miércoles, 30 de diciembre de 2009

El esbozo de la mordaza

Me vienen a la cabeza un montón de sustantivos y adjetivos; a la vez que noto como se agolpan diversos sentimientos en mi interior, algunos lo reconozco poco o nada edificantes, respecto al juez Ricardo Rodríguez y su sentencia y condena a cárcel, inhabilitación profesional y multa y pago de indemnización, al director de la SER, Daniel Anido, y al redactor jefe de informativos, Rodolfo Irago.
Es una mala noticia, pese a que las voces de algunos juristas ya avisan sobre lo disparatado e inadecuado de esta sentencia. Y es una mala noticia no sólo para la profesión periodística, si no para el resto de la sociedad y para el propio sistema democrático.
Para el ejercicio de la profesión periodística es un aviso a navegantes. El esbozo de la mordaza (ni siquiera es el primero, sólo hay que recordar el caso del periodista Antonio del Río, del diario El Mundo, y temo que tampoco es el último). No se juzga, sentencia y condena por una mala praxis, se juzga, sentencia y condena por el canal a través del cual se difunde la noticia. El juez Rodríguez hace una interpretación peculiar de Internet; abierta al debate. Pero lo que no es objeto de debate son las ediciones digitales de los medios de comunicación, porque las ediciones digitales, las ediciones en papel y las ediciones por ondas son medios de comunicación en sí mismas.
Cadenaser.com es un medio de comunicación social; con independencia de que Internet, el papel o las ondas como tales no lo sean. De igual manera que Internet puede ser el kiosco de prensa, el dial de radio o los canales de televisión. Soportes o distribuidos universales, que albergan medios de comunicación social.
No voy a poner en duda la labor de los jueces, que en la mayoría de los casos realizan bien su labor; en ocasiones con escasez de recursos humanos y económicos. Pero sí la de aquellos jueces que no hacen bien su trabajo o lo efectúan de forma dudosa y cuyas actuaciones y sentencias (ignoro sí por afán de protagonismo, intereses espurios o por presunta prevaricación) ocupan espacios en los medios de comunicación, que nos llaman la atención más que la labor bien hecha de la mayoría de los jueces, y que nos invitan erróneamente a generalizar.
Tampoco voy a extenderme en la importancia de los medios de comunicación en los sistemas de libertades, como garantes de esos sistemas, por archisabida; pero sí, en los periodistas. Esos periodistas que hace algún tiempo perdieron la guerra contra las empresas de comunicación (una lucha desigual) y ahora apenas protagonizan alguna escaramuza contra esas empresas y contra el deterioro de su imagen ante la sociedad.
La profesión periodística deja que se cometa con ella el mismo error que con los jueces, agravado además porque se permite la identificación como periodista a quienes no lo son y ocupan espacios de privilegio en los medios de comunicación; en particular en las emisoras de televisión. Sin que juez alguno condene a cárcel o inhabilitación profesional a estos personajes, pese a su mala praxis y su incapacidad y carencia profesionales. Y con el frecuente silencio de las organizaciones profesionales, cada vez más alejadas de la defensa de los intereses de los periodistas, tanto profesionales como laborales.
La paradoja de la condena del juez Rodríguez es que afecta a quien informa con rigor y veracidad, mientras no existen sentencias y condenas iguales o similares contra quienes desinforman, desde la falta de rigor y veracidad, y además con asiduidad.
El derecho a la información no es sacrosanto. Sus límites son claros, aunque un periodista siempre se exponga a rebasarlos por impericia, por ambición o por el valor de la información. En el caso de Anido e Irago, según señalan algunos juristas, el valor de la información debería haber sido suficiente para que el juez Rodríguez diera preponderancia al derecho a la información frente al derecho a la intimidad de los afectados (militantes del PP en Villaviciosa de Odón) y denunciantes. No ha sido así, y aunque hay esperanza en que el recurso de los condenados en primera instancia prospere, el daño ya está hecho. La amenaza está encima de la mesa y las damnificadas, junto a Anido e Irago, son la libertad de expresión y de información.
A un periodista una condena le duele, pero una inhabilitación, le mata. Más cuando como en este caso ambas son injustas e inadecuadas.

viernes, 25 de diciembre de 2009

Al otro lado del amanecer

Corren tiempos de euforia. Días de buenos deseos. Algunos camuflados entre el abeto y las guirnaldas, pero otros abiertos desde el corazón. Hay gente que desea buenaventura al prójimo con boca pequeña, mientras otros, quizás escépticos, anhelan hermosos deseos ilimitados a propios y extraños.
En apenas unas horas, tras extender Papa Noel su manto de regalos a los pies del árbol, la dicha será de los más pequeños. Mis peques encarnan la Navidad, aunque el espíritu, alejado de artificios, habita el corazón de la gente buena.
Tras este oasis. Esta tregua en la vorágine diaria. Volveremos a la rutina. No conviene pues cegarse por las luces llegadas de los territorios de los sueños. Tampoco, aunque es inevitable, alimentar esa euforia que nos permite, momentáneamente, alcanzar los sueños. Pero sería mezquino no vivir el momento. “Beatus ille”, que anunciaba el poeta.
¡Feliz Navidad! Es una frase hecha. Un tópico. Y aún así, al margen de creencias religiosas o convicciones paganas, es como los copos de nieve encerrados en una cápsula de cristal, que lloran desde el cielo por el capricho de un golpe de muñeca. Son dos breves palabras, y sin embargo encierran un sinfín de emociones, sentimientos, deseos, esperanzas… y una complicidad en el dolor de los que sufren ausencias, de las que hacen jirones en el corazón.
La Navidad para mí, siempre, casi siempre, fue espacio de desencuentros. No recuerdo cuando crucé la línea que separaba el país de los sueños del de las cuitas de familia. Y aún así, sigo celebrando ese tiempo para soñar.
Ahora respiro en la tierra de las palabras. Y eso es lo que ofrezco en estas postrimerías del 2009, apenas asomados al año 2010 que se insinúa, palabras que encierran pensamientos, deseos, amistad, afecto, dicha, esperanza, cariño… para mi duende del agua, para mis amigos, casi hermanos, de La Comunidad, y para aquellos que llevo en el corazón y prendidos del recuerdo.
Al otro lado del amanecer, continúa la vida.

jueves, 24 de diciembre de 2009

Nana para un poeta

No se respetaron las vidas de los poetas. Los que no murieron aquí asesinados, en cárceles o en cunetas, fueron arrojados al exilio, desposeídos de todo, que debe ser otra forma de muerte. Lorca, Machado, Alberti, Cernuda…. la lista es larga.
Las descalificaciones y las agresiones han sido permanentes. En tierra propia o ajena. Vivos o muertos. Encarcelados o exilados. Siempre las armas contra las palabras. Y ahora, cuando callan las armas, vuelve la agresión; ahora, con el uso burdo del verso.
Ha sucedido en Orihuela y le ha tocado al poeta Miguel Hernández. No ha bastado con la cárcel, la muerte por enfermedad por ese encarcelamiento, la condena vigente… No era suficiente, porque para los herederos, ideológicos y de sangre, de la barbarie, nunca es suficiente. Ahora, en el centenario del poeta, lejos del homenaje suplen honra por deshonra.
Frente a la vileza no se me ocurre mayor inocencia que la imagen de un niño. Cuando supe que iba a ser padre escribí una nana para el hijo venidero, que resultó ser dos. Hasta hoy ha dormido callada y sin embargo, tengo a bien despertarla y acompañarla de “Nanas de la cebolla”, como homenaje a ese gran poeta de palabras y compromiso que fue y es Miguel Hernández.

“Duerme, niño mío,/ mientras yo juego con las palabras,/ tus sueños y mis versos se encontrarán al alba./Tu sonajero será campanillas de madrugada,/ y mi pluma hará el rocío con estrofas de plata./Abriré la ventana a la noche/ te traerá bajo la capa una nana,/ a mí,/ polvo de estrellas y rabos de pasas./ Los grillos tornarán en cascabeles,/ arpas nos parecerán las chicharras./ Duerme, niño mío, /duerme”. “Nana”, Carlos Serrano (2005).


“La cebolla es escarcha/ cerrada y pobre:/ escarcha de tus días/ Y de mis noches./ Hambre y cebolla,/ hielo negro y escarcha/ grande y redonda./ En la cuna del hambre/ mi niño estaba./ Con sangre de cebolla/ se amamantaba./ Pero tu sangre,/ escarchada de azúcar/ cebolla y hambre./ Una mujer morena/ resuelta en luna/ se derrama hilo a hilo/ sobre la cuna./ Ríete, niño,/ que te tragas la luna/ cuando es preciso./ Alondra de mi casa,/ ríete mucho./ Es tu risa en los ojos/ la luz del mundo./ Ríete tanto/ que mi alma, al oírte,/ bata el espacio./ Tu risa me hace libre,/ me pone alas./ Soledades me quita,/ cárcel me arranca./ Boca que vuela,/ corazón que en tus labios/ relampaguea./ Es tu risa la espada/ más victoriosa,/ vencedor de las flores/ y las alondras./ Rival del sol./ Porvenir de mis huesos/ y de mi amor./ La carne aleteante,/ súbito el párpado,/ y el niño como nunca/ coloreado./ ¡Cuánto jilguero/ se remonta, aletea,/ desde tu cuerpo./ Desperté de ser niño:/ nunca despiertes./ Triste llevo la boca./ Ríete siempre./ Siempre en la cuna,/ defendiendo la risa/ pluma por pluma./ Ser de vuelo tan alto,/ tan extendido,/ que tu carne parece/ cielo cernido./ ¡Si yo pudiera/ remontarme al origen/ de tu carrera!/ Al octavo mes ríes/ con cinco azahares,/ con cinco diminutas/ ferocidades./ Con cinco dientes/ como cinco jazmines/ adolescentes./ Frontera de los besos/ será mañana,/ cuando en la dentadura/ sientas un arma./ Sientas un fuego/ correr dientes abajo/ hincando el centro./ Vuela niño en la doble/ luna del pecho:/ él, triste de cebolla,/ tú, satisfecho./ No te derrumbes./ No sepas lo que pasa/ ni lo que ocurre”. “Nanas de la cebolla”, Miguel Hernández, (1938-1941).

sábado, 19 de diciembre de 2009

La fosa del poeta

No estaba. No estaba y parece que por ello se acabara el mundo. No estaba lo que quedaba del poeta y ahora algunos suspiran. Suspiros de libre interpretación. Pero suspiros. Y entre ellos, dos voces, la permanente de Lorca y la de aquellos que reclaman la búsqueda con resultados reales. No se acaba el mundo, apenas ha hecho que empezar.
No hay duda de que el poeta fue asesinado entre Víznar y Alfacar, aquella noche del 18 de agosto de 1936 (la madrugada del 19), en las inmediaciones de Fuente Grande (Aynadamar, la Fuente de las Lágrimas). Aquella noche no había luna. Y puede que Federico buscara la luna, antes de que la muerte en forma de bala mordiera sus carnes, antes de que la culata de un arma en manos de un cobarde golpeara su sien. Mucho antes de que el silencio trate de cubrir ese pasado tan necesario para el presente, pero sobre todo para el futuro.
La fosa de Alfacar no alberga el cuerpo. Pero, es que no es fosa, es que no hay fosa. Y sin embargo, entre Víznar y Alfacar, donde el poeta, el maestro republicano Dioscoro Galindo, y los banderilleros anarquistas Joaquín Arcollas y Francisco Galadí fueron asesinados hay huellas inequívocas del horror, de “paseíllos” nocturnos con el resultado de muertes e intento de asesinato de las ideas. No se necesita georradar, ni ciencia o avance científico alguno, para ver los desniveles del terreno; ni siquiera hace falta mirar las flores como testigos mudos de los ausentes. Sólo se necesita mirar la tierra y escuchar a los supervivientes y a los herederos de los supervivientes. Ni siquiera creer, sólo ver y escuchar.
¿Por qué no seguir buscando? ¿Por qué trasladar a una Asociación de la Memoria Histórica una responsabilidad que no le corresponde? Hoy más que nunca es necesario encontrar los restos de Federico García Lorca, y esa responsabilidad recae sobre todos, porque Lorca encarna las miserias de los vencedores y la esperanza de los vencidos; una esperanza que se traduce en dignidad, justicia, reparación… Lorca era todos, es todos. Todos los muertos son Lorca, y de ahí la necesidad de encontrar sus restos. Es el símbolo de la justicia y la imagen de la derrota de sus asesinos: los que dispararon, los que dieron la orden, los que sumieron al país en una tiniebla de 40 años, y también todos aquellos que aún hoy temen la poesía y el teatro lorquianos, su forma de entender la vida y de vivirla.
Una vez más dependemos de la generosidad de las administraciones y de que su ceguera no nos lleve a todos a rendirnos sin dar batalla junto a la Fuente de las Lágrimas. No había fosa, no hay cuerpos, pero hay que seguir buscando. ¿Por qué iban a asesinarlos a ellos en un lugar distinto al que cada noche eran asesinados tantos otros? ¿Por qué si se estima que allí están enterrados los cuerpos de miles de represaliados por el ejercito insurgente franquista se descarta que entre esos cuerpos estén los del poeta, el maestro y los banderilleros?
Aquel es el lugar y hay que seguir buscando, porque son demasiados cuerpos para no encontrar por lo menos uno. Ese es el reto, encontrar la fosa, hallar el primero de los 4 cuerpos.

viernes, 18 de diciembre de 2009

Muerte o gloria

Mediodía. Llueve. En el coche suena “Death or Glory” de los Clash. Y eso me hace pensar en Aminatu Haidar. Ha salvado la vida y ha perdido una causa. Bienvenida sea esa vida. No hay gloria en la muerte. En muerte alguna, incluso en la que nos parece heroica.
Continúa lloviendo. El coche que llevo delante va a menos velocidad de la que yo deseo; y la línea continua amarilla me impide adelantar. No me queda más remedio que recibir el agua de la lluvia y la que va echándome ese coche rojo. Deshago los kilómetros recorridos a primera hora de la mañana. Continuo oyendo “London Calling” de The Clash; ya no suena “Death or Glory”. Pero no puedo dejar de dar vueltas a lo mismo.
Algunos, incluidos los saharauis, ven un triunfo en el regreso de Aminatu Haidar, cuando, a mi juicio, sólo hay gloria en que viva. Marruecos ha permitido el regreso de la activista saharaui a cambio de que Naciones Unidas y España le firmen un cheque en blanco para que siga violando los derechos humanos en el Sahara Occidental. No creo que lo necesitara, pero la ONU y nuestro gobierno le han dado el carnet de matón para que imponga su ley en los territorios ocupados del Sahara. Moratinos lo niega, pero la política exterior española ya no es creíble. Carece de fiabilidad. Más si se trata de Marruecos, porque son demasiados esperpentos por parte de los gobiernos españoles: Perejil, Aminatu Haidar… Y porque España es incapaz de resolver bilateralmente sus problemas con el vecino del Sur y queda en evidencia por la gestión del presidente francés y la intervención de la Administración Obama en la resolución de la situación de Haidar. El multilateralismo no es más que la demostración de la incapacidad de dos para entenderse.
El sistema político feudal alauita se ha salido de nuevo con la suya, no sólo en su territorio, sino también en el exterior. Primero, a través de presiones internacionales y con amenazas veladas sobre una hipotética permisividad para facilitar la inmigración ilegal y el trafico de drogas hacia Europa; segundo, agitando su papel de contención del radicalismo islámico en el Magreb, y tercero, logrando que el Parlamento Europeo ni siquiera debatiera una resolución sobre la situación generada por la expulsión de Haidar.
La lluvia sigue cayendo sobre el cristal y observar los limpiaparabrisas desplazando las gotas de esa lluvia me hace pensar en lo efímero. Pienso en la fugacidad, en la propia y en la de Aminatu Haidar y por extensión, en la del pueblo saharaui. 32 días de huelga de hambre, un seguimiento diario de los medios de comunicación y la obligación para Marruecos y los países con intereses en la zona de hablar del Sahara Occidental. Me temo que no hay más, salvo la ilusión y la esperanza de los saharauis.
Yo llego a mi destino, a pesar de la lluvia. Aminatu Haidar lo hace en pocas horas. Llega a El Aaiun, donde le espera otro tipo de lluvia, la del afecto, la alegría y el cariño de su pueblo, y la de los policías marroquíes de paisano en las calles, como símbolo del triunfo del monarca alauita y como aviso de quien impone la ley.
No hay gloria para el pueblo saharaui; sólo muerte, la que le administra Marruecos con la complicidad por omisión de Estados Unidos, Francia y España. Los intereses de estado pesan más que los de las personas, aunque a fin de cuentas sean éstas las que en teoría constituyen los estados.

martes, 15 de diciembre de 2009

Capricho gatuno

De lunes a viernes disfruto de un capricho. Un paseo. En realidad, son dos paseos, uno sobre las ocho de la mañana, y otro, sobre las tres de la tarde. Antes y después de trabajar.
Tras dejar a mis peques en el ‘cole’ y recorrer cuarenta y tantos kilómetros con el coche llego a Baeza. Lo aparco, siempre que hay sitio y habitualmente lo hay, antes de alcanzar la zona de intramuros, la parte monumental de la ciudad. Atravieso la Plaza del Pópulo, conocida por su fuente como la Plaza de los Leones, miró la puerta de la muralla, y subo una cuesta, lo suficientemente empinada para hacer desistir a más de uno a esas horas de la mañana.
Durante esos más de 40 kilómetros en el coche oigo la radio y voy pensando en diversas cosas; siempre que me lo permite la carretera, en obras para su conversión en autovía. Al salir del coche siento el aire frío de la mañana en el rostro; una sensación que a alguien puede parecerle desagradable, pero que a mí me causa el efecto contrario. Me agrada. De igual manera que ese paseo me ayuda a desentumecer los músculos y a despejar la mente. Quizás pueda parecer una extraña forma de sentirse vivo.
Tras subir la cuesta desemboco en la Plaza de Santa María, donde está la fuente del mismo nombre que la plaza, entre la Catedral y el Seminario, por el que accedo al Palacio de Jabalquinto.
Antes de atravesar el jardín hago una parada en la cafetería de la Universidad para tomar un café con leche, el primero de la mañana; que dicen mis samaritanas que me preparan con cariño. Aunque a veces, pocas es cierto, el cariño quema como un demonio.
Ayer nevó. Y hoy mientras iba contemplaba los campos de olivos bañados con los restos de nieve y escarcha. Los mismos restos que blanquean tejados y jardines; lugares ajenos a la pisada o al acceso habitual del hombre. Los mismos campos que inspiraron a Machado. Y las mismas piedras que él contempló.
Es un privilegio poder disfrutar de esos paseos; en especial, del de por la mañana; a pesar de ser hora poco propicia para los hábitos de un gato, más partidario de permanecer enroscado en algún espacio cálido. Es un capricho que llega a su fin, apenas podré disfrutarlo una semana más. Y aún así no me quejo, aprecio esta regalía que el destino me ha otorgado y estoy dispuesto a saborear ese deambular matinal los días que me quedan.
Echaré de menos esas piedras mudas, que pese a su silencio cuentan historias del pasado. Añoraré ese paseo de entre 5 y 10 minutos por el corazón de la ciudad del Renacimiento. Y el paso por el jardín, entre el Seminario y el Palacio de Jabalquinto, donde permanece impasible el busto de Antonio Machado; que me hace pensar que sería un buen lugar, un lugar hermoso, para el reposo del poeta.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Agresiones

Vivimos tiempos de agresiones. Ayer la víctima fue Berlusconi, y la semana anterior el periodista Hermann Tertsch. En Cuba, unos días antes fueron agredidas las Damas de Blanco (mujeres y familiares de los presos políticos del régimen cubano), previamente lo había sido el periodista cubano, Reinaldo Escobar, y con anterioridad su mujer, la bloguera Yoani Sánchez.
Todos agredidos por distintas y diferentes causas y sin embargo, el tratamiento informativo y las reacciones políticas y sociales han sido dispares.
La agresión a “il nuovo ducce” ha sido, según fuentes italianas, obra de un perturbado, que le arrojó una estatuilla del Duomo di Milano, una catedral milanesa, alcanzándole de lleno en la cara. Dicha catedral se ha convertido de facto en un símbolo contra la política de Berlusconi. A la par, políticos y analistas coincidían en que la crispación se ha instalado en la sociedad italiana; sin duda por la gestión y por las maneras de su primer ministro, que aún convaleciente tiene a la maquinaria del estado trabajando en una nueva ley que le garantice inmunidad frente a la justicia italiana.
De la agresión al periodista Hermann Tertsch ya se ha hablado y escrito bastante, pero a lo que se ve una pelea tabernaria a avanzadas horas de la madrugada se ha convertido en un ataque a la libertad de expresión y ha generado una caza de brujas contra ese icono de la izquierda conocido por El Gran Wyoming.
Respecto a las agresiones en Cuba, salvo la primera, la denunciada por Yoani Sánchez, del resto apenas una referencia en algunos medios de comunicación. Se ve que estábamos tan ocupados “aniquilando” piratas somalíes y terroristas de Al Qaeda, que ahora no tocaba “defender” las libertades en Cuba, para no distraer la atención. Imagino que también porque es más importante nuestra zaherida libertad de expresión en carnes del ex periodista de El País, que la de los detractores del régimen cubano. Debe ser por aquello de “Oigo, patria, tu aflicción…”.
Yo lamento cada una de estas agresiones, porque me gustan más las palabras que los puños. Y no defiendo la violencia. Aunque en ocasiones reconozco que soy el primero al que le gustaría estampar uno de los míos en la cara de alguno, también soy consciente de que los golpes nos hacen peores y son siempre una pésima opción.
Sí un gato con botas, a pesar del cuento de Perrault, ya me parece ridículo, qué añadir de un gato con guantes de boxeo e intentando repartir mamporros a costa del verbo.

sábado, 12 de diciembre de 2009

Encandilar

Me gusta esta palabra, encandilar. Hay palabras que son hermosas más allá de su significado o antes de su significado. Son hermosas a la vista y al oído; también por lo que sugieren y evocan.
Ignoro su origen, su etimología, pero supongo, y quizás sea mucho aventurar, que procede del árabe. En Andalucía, una palabra también bella por sí misma, perviven las huellas de su pasado árabe, incluso en el lenguaje. Son palabras de agua y luz.
Palabras que vinieron en boca de otros para acabar alojadas en la nuestra. Palabras que se quedaron para unirse a las nuestras y a otras que antes tampoco eran nuestras, pero que acabaron siéndolo.
Es curioso como las palabras no tienen problemas de convivencia y de mezclas y como, en la mayoría de los casos, esa convivencia y esa mezcla enriquecen el lenguaje.
Encandilar significa deslumbrar al acercar mucho el candil a los ojos. El candil se puede sustituir o ha sido sustituido, debido al uso y al paso del tiempo, por personas, por el arte o por las propias palabras… que acaban deslumbrándonos. Nos encandilan. Y como la llama raptando la mirada, nosotros también nos dejamos llevar. Con palabras de luz y agua. Encandilados.

viernes, 11 de diciembre de 2009

De nuevo, Berlusconi

Cuando uno es joven tiende en demasía a tirar de atributos y ponerlos encima de la mesa. Siempre de palabra. Pero a determinada edad y en boca del primer ministro de un país suena a fanfarronada y a mal gusto.
A Berlusconi parece que el escenario italiano le parece insuficiente y ha decidido trasladar sus bufonadas a otros países; en esta ocasión a Alemania, ya que ha sido en Bonn, en la reunión del Partido Popular Europeo (PPE), donde el primer ministro italiano ha alardeado de sus “pelotas” y de su condición de “super premier”.
Como si se tratara de un participante del ya desaparecido Club de la Comedia, Berlusconi se permitió contar un chiste protagonizado por él mismo, Obama, el Papa y un joven; rememorando aquellos viejos chistes españoles de un francés, un inglés… Puro humor.
De paso, entre gracieta y bufonada, aprovechó de nuevo para criticar al presidente de la República Italiana, a la Corte Constitucional…, es decir, a toda persona o institución que esté en desacuerdo con su gestión política. Simplificando, en la línea berlusconiana, el que no está conmigo es de izquierdas. Un rojo, para que nos entendamos. E intuyo, siguiendo esa misma línea, que de escasos atributos.
La estrategia por repetida ya no debería sorprender a nadie; primero, una muestra de su cara chistosa, y a continuación, una nueva demostración de fascismo e intolerancia. Berlusconi no sólo avergüenza a los italianos, se ha convertido en una vergüenza para Europa. Pero por lo visto, ni sus propios correligionarios del PPE, incluido Rajoy, son capaces de enmendarle la plana a “il nuovo ducce” y optan por reírle las gracias y mirar hacia otro lado, ignoro el motivo, cuando retrata sin recato su talante democrático.
Sí el neofascista Fini es el único antídoto a los excesos de Berlusconi, algo no funciona en Italia, y por extensión, en Europa.

Foto: Berlusconi, en el momento de contar su chiste en Bonn. AFP (Publicada en El Mundo.es, viernes, 11 de diciembre de 2009).

jueves, 10 de diciembre de 2009

La Inmaculada Constitución

Acabados los fastos de la celebración, lejos de arder en las llamas y dejarnos llevar, deberíamos replantearnos la Inmaculada Constitución. Parece tarea ardua pedir o exigir a nuestros representantes políticos un poco de cordura o un paso a la reflexión, cegados como están en sus antagonismos superficiales como vía rápida de asalto al poder.
Sé de oídas que la emancipación se ha retrasado a los 35 años, del mismo modo que cada vez son más los padres primerizos a los 40. Aún así, 31 años de Magna Concepción me parecen más que suficientes para nuestra emancipación y una futura maternidad o paternidad colectiva.
Aquel 6 de diciembre de 1978 queda lejos en el tiempo, puede que incluso nuestra percepción sea un tanto difusa, puede que nos traicione la memoria o puede que simplemente ahora tengamos más conocimiento; el caso es que aquella Constitución nació para reglar lo que después se denominaría La Transición. Misión cumplida. Con luces y con sombras, con los matices que queramos…
El paso siguiente a esa Constitución, por naturaleza y con naturalidad, sería el estado federal. Como digo es difícil que los políticos reflexionen sobre el particular; pero no se me ocurre otra vía que el federalismo y la redacción de una nueva Constitución, ya que ésta se demuestra intocable y evidencia la incapacidad de aunar voluntades para su reforma.
Ha llegado pues el momento de emanciparnos de esa ya vieja Constitución y de asumir la maternidad y la paternidad de un nuevo texto, redactado sin las exigencias de entonces y por tanto, en teoría, con mayor libertad.
Veo improbable, aunque sería necesario y un ejercicio democrático sin parangón, que se nos diera la opción de elegir entre monarquía o república; por lo que me temo que la espera de la 3ª seguirá siendo la condena para los amantes de la república.
Del mismo modo que veo improbable que nuestros actuales políticos tengan la talla de los denominados “padres” de la Constitución del 78; por lo que es probable que tengamos que recurrir a las nuevas técnicas de inseminación.

viernes, 4 de diciembre de 2009

Los 'caracoles' de Neruda

El Instituto Cervantes expone en su sede de Madrid los ‘caracoles’ de Neruda. 400 ejemplares de los 9.000 que el poeta chileno donó en 1954 a la Biblioteca Central de Chile. Más de 20 años de recolecta y una parte de esa cosecha en “Amor al mar. Las caracolas de Neruda”, que puede contemplarse desde el 1 de diciembre hasta el 24 de enero.
Todos sabemos que si te acercas una caracola al oído se puede escuchar la voz del mar. Así que yo imagino que las caracolas de Neruda guardan sus poemas. Y me gustaría saber sí entre sus espirales duerme la voz del poeta, esperando que apliquemos nuestro oído al ‘caracol’ para escuchar la mezcla de la voz del mar y el “Memorial de Isla Negra”.
Cuentan que una de estas caracolas se la regaló Rafael Alberti a Pablo Neruda. Y puede que Neruda aplicará esa caracola a su oído y oyera el mar y “Marinero en tierra”. Los versos del marinero y los versos del capitán. Guardados en un libro sin páginas cuya cubierta es el caparazón nacarado y escritos con una tinta invisible que dibuja las palabras en una misma espiral para lanzarlas al aire de quien sabe escuchar. Poemas como crustáceos ermitaños, asomando las letras de arena y sal.
Llaman malacología a la parte de la zoología dedica a los moluscos; así que debe ser coleccionismo malacológico recolectar caracolas por las playas del mundo, aunque el propio Neruda reconoce que su mayor cosecha de ‘caracoles’ procedía de las calles de París; quién sabe, quizás antes de los adoquines estuvo el mar.
Malacología y poesía. La ciencia siempre complicándose la vida con las palabras y los poetas, como Neruda, llamando a las cosas por su nombre, ‘caracoles’. De mar.
Foto: Pablo Neruda y Matilde Urrutia, en Isla Negra (Chile). Archivo del Instituto Cervantes.

jueves, 3 de diciembre de 2009

El puente de Amparitxu y Celaya

Desgraciadamente es muy habitual en este país, intuyo que en otros lares también, que la compañera de un escritor se apropie del hombre en vida e intenté apoderarse a su muerte de su legado.
Cualquiera puede poner nombre y apellidos e incluso cara a este hecho, pero no pretendo que ese hecho en sí alcance relevancia. Más bien desearía lo contrario. Del mismo modo que hablo de compañera de escritor y no de compañero de escritora, porque de quien quiero escribir es de la compañera de un poeta. De una mujer, Amparitxu Gastón, compañera de Gabriel Celaya, que nos dejó el martes de la pasada semana, 24 de noviembre de 2009, que firmó varios poemas con él y además, era también poetisa.
Celaya era un poeta escondido en una ingeniería industrial al que Amparitxu sacó de su escondite para entregarlo a las letras y de paso entregarnos sus versos. Lejos de apoderarse del hombre nos descubrió al poeta y preservó su legado.
En la provincia que habito se celebra desde hace muchos años el Premio Internacional de Poesía Gabriel Celaya de Torredonjimeno. Recuerdo que al poco tiempo de llegar aquí y con motivo de la celebración de este premio, Amparitxu acudió a recordar al desaparecido Celaya y a entregar el galardón al ganador del mismo en esa edición.
Con motivo de esa visita, Amparitxu fue entrevistada por varios medios de comunicación. Me llamó la atención de sus declaraciones la defensa que hacía de la obra y de la persona de Celaya; su ternura y su rotundidad al hablar de él. Entonces pensé que a pesar de su muerte en 1991, Celaya y Amparitxu seguían unidos por un puente invisible construido con sus vivencias, su compromiso político con el partido comunista y su obra. Imagino que las vigas de ese puente son sus versos, apuntalados en palabras sencillas, no exentas de fortaleza y belleza en el remache. Ahora ella ha cruzado definitivamente ese puente para unirse a él.
Foto: Amparitxu Gastón, por Morgana Vargas Llosa (El País, 24 de noviembre de 2009).

martes, 1 de diciembre de 2009

Lo que no es periodismo

A conciencia he querido dejar transcurrir unos días antes de pronunciarme sobre un hecho que a mi juicio debería haber generado debate o reflexión entre los periodistas, al margen de la posición empresarial o ideológica de los medios de comunicación, como es el editorial reproducido en común por varios medios de comunicación (periódicos y emisoras de radio) catalanes sobre el Estatuto de Cataluña.
No pretendo entrar de forma pormenorizada en el contenido de ese editorial, principalmente porque no es el objeto de mi reflexión y secundariamente, porque ya otros se han ocupado, a mi juicio con desatino y sospechosa celeridad, en contestar a ese editorial y en tirar de gasolina para apagar el fuego. Tampoco voy a detenerme en el “papelón” del Tribunal Constitucional y la injustificable demora en pronunciarse sobre la constitucionalidad del citado estatuto, favoreciendo la entrada en escena de jugadores de ventaja con naipes marcados.
Lo cierto es que el conocimiento de la publicación del editorial inducía a pensar en un origen alejado del ejercicio del periodismo y más cercano a intereses de otra índole. De hecho no había que ser un lince para intuir que el Partits dels Socialistes de Catalunya (PSC) y probablemente, el propio PSOE podían estar detrás o al lado de esta iniciativa, entre otras cosas por la presencia de los hermanos Nadal; Rafael, el periodista, director de El Periódico de Catalunya, y Joaquim, el político, conseller de Política Territorial i Obres Públiques, porque el editorial representaba un paso más en la estrategia abierta por el president Montilla con sus declaraciones anteriores sobre el estatut y porque deliberadamente se dejaba al margen a los medios de comunicación estatales o pertenecientes a grupos de comunicación de ámbito estatal (Prisa, Correo, Unidad Editorial…), a mi juicio con vistas a que estos se revolviesen contra la iniciativa y siguieran alimentando la hoguera con el pataleo por la discriminación o por contentar a sus parroquianos españolistas y para marcar esa línea divisoria de la catalanidad mal entendida, discriminando a una emisora “tan sospechosa” como Radio Barcelona.
No es mi intención determinar si el editorial y las declaraciones de Montilla constituyen en sí mismas una presión al Tribunal Constitucional para condicionar su informe a favor de los intereses de los políticos catalanes y sus acólitos. Entre otras cosas, porque estaríamos como con las penas máximas en el fútbol, debatiendo sobre sí ha habido suficiente contacto o no para pitarlas. O hay presión o no la hay; el resto es alharaca.
En el periodismo tienen cabida el análisis, la información y la opinión. También la prudencia, el rigor y la responsabilidad. Elementos de los que adolece la decisión de difundir un editorial en varios medios de comunicación a la par sin que exista justificación para ello, confundiendo la grandeza del periodismo con la servidumbre.
Lamento que varios medios de comunicación por intereses desconocidos para mí (aunque imaginables) traten de atizar el fuego en Cataluña para hacerle el caldo gordo al sistema político catalán y tratando de “estimular” a los catalanes para que se sientan agraviados en su dignidad (sic) respecto a un estatuto que a los catalanes como a la mayoría de los españoles les importa bien poco, como han demostrado todos en los respectivos referéndum realizados (incluido obviamente el de Cataluña), con participaciones mezquinas, con manifiesto desinterés y absoluto desconocimiento de lo que es un estatuto y para qué sirve, con una clara despreocupación sobre el asunto y sobre todo, hastiados de los políticos y sus componendas.
También lamento la irresponsabilidad de que se publique este editorial, de forma nada inocente, en la misma semana en que se jugaba un Barcelona-Real Madrid de fútbol, para mezclar una vez más churras con merinas y dar aliento y coartada a los violentos que acuden a los espectáculos deportivos a buscar bronca y no a disfrutar o padecer con su equipo. No ha pasado nada, salvo la exhibición habitual e inofensiva de pancartas, pero estoy seguro de que sí hubiera pasado algo, los promotores de ese editorial común estarían ahora rasgándose las vestiduras en editoriales y tribunas.
Me temo que una vez más ha primado la deformación frente a la información. Y eso, pueden creerme, aunque algunos lo piensen y a otros les interese que se piense, no es periodismo.



Nota.- Mi absoluta solidaridad con los 3 cooperantes catalanes presuntamente secuestrados en Mauritania y con sus familias y amigos.