domingo, 22 de octubre de 2023

Cultura, calabazas y pepinos.

Un viejo amigo ya fallecido, de esos de compromiso e ideas claras, siempre cerraba su intervención con la proclama “más Cultura, que lo demás es verdura”. Nunca le pregunté por qué. Lo de la Cultura no necesita explicación y lo de la verdura es interpretable. Lo que es indiscutible es que en Jaén en lo cultural no mejoramos adecuadamente. 
Es verdad que en los últimos años y en contados municipios se ha avanzado, pero no es menos cierto que se confunde cantidad con calidad y que de igual modo, no se distingue lo clásico de lo rancio, ni lo moderno de lo cateto. También es cierto que no es fácil cerrar una programación cultural para todos los gustos, pero lo habitual es hacerla sin o con escaso gusto. Una excepción es Úbeda, que con la armonía de la iniciativa pública y privada ha conseguido ofrecer una programación cultural con periodicidad anual de calidad y variada, que mantiene la excelencia en cada nueva edición. No hay fórmula mágica, más presupuesto, involucrar a otras instituciones públicas, colaborar con entidades privadas, dejar la Cultura en manos de quienes saben, hacer partícipes a los ubetenses y trabajo, muchas horas de trabajo. Ahí están los resultados.
En Jaén capital la Cultura no es una prioridad, salvo para salir en la foto. Las programaciones, con excepciones, se mueven entre el elitismo y lo snob (ya saben para el pueblo, pero sin el pueblo) y el protagonismo de camarillas; a lo que en el nuevo mandato municipal se han unido la censura y sospechosas contrataciones, vean el cartel de feria y el hedor que desprende la participación de ese grupo musicalmente irrelevante e intrascendente cuya única carta de presentación es que uno de sus componentes es el hijo de Luis Bárcenas, ya saben el ex tesorero del PP. Piensen en las compañías de teatro que pasan de largo, las exposiciones que nunca veremos, los escritores en cuyas agendas no aparece Jaén, las películas que no se estrenarán, las galas de premios que no acogeremos, los músicos que no girarán por acá…
Eso sí, no falta a quien se le llena la boca con esa manida frase de “y luego dicen que en Jaén no hay nada”. Por cercanía provincial comparen con Granada o Córdoba, y por no ir más lejos, miren a Úbeda, y luego digan que Jaén dispone de una oferta cultural de interés y calidad. No se engañen, mucho de lo poco que hay se debe a la cabezonería de particulares para sacar adelante eventos a los que testimonialmente se suman las administraciones o a proyectos como los de ExtraJaén, Jaén Jazzy, la Universidad de Jaén, dos editoriales perseverantes, un grupo de poetas o algún último romántico. Insuficientes, pero consentidos para mantener el espejismo.
Por si fuera poco, nos han cerrado La Mecánica, la única sala de conciertos de la ciudad que ofertaba una programación musical estable. Que el rock nos coja confesados.
Por cierto, permítanme que finalice este artículo con un recuerdo a Ramón Casado, de Ustea-Jaén. Ramón, que nos ha dejado sin previo aviso, fue también uno de esos hombres de compromiso e ideas claras, y siempre abogó por la defensa de la enseñanza libre y pública. No ignoraba que la enseñanza es el camino ineludible hacia la Cultura.
No es difícil deducir a dónde nos está conduciendo la incultura. Llámenlo verdura. 
 
Mi artículo para SER Úbeda (Multimedia Jiennense), del 17 de octubre de 2023.