lunes, 23 de junio de 2014

Sueño de estío

Entre el fútbol y el cambio del Borbón nos tienen idiotizados. Al menos un poco más de lo habitual. Tampoco ayuda la irrupción del verano, aunque aporte el anuncio de unas merecidas y necesarias vacaciones, que no evitan el aborregamiento colectivo pero mitigan en algunos aspectos la tontuna propia.
Anhelo deambular sin rumbo por calles y plazas de otras ciudades, liberado de la esclavitud del reloj y dándome la pausa que me pide la cabeza y que sin agobios reclama el cuerpo en el estío.
Sueño con las páginas de un libro, con rubias con espuma, con las conversaciones al atardecer, con la pérdida de la mirada en el horizonte, con los pasos cortos de la sala de exposiciones, con un poco o un mucho de rock&roll, con un habano a cielo abierto, con el olor de la tierra mojada y del mar, con piedras que me ofrezcan nuevos susurros… sueño con no dejar de soñar.