Me fastidia esa sección radiofónica que cuenta las viñetas publicadas en los diarios. Es como esas personas tan indiscretas a las que falta tiempo para contar el final de una película o una novela cuando se está hablando de ella, que no piensan, y en la mayoría de los casos creo que ni les importa, en la posibilidad de que sus interlocutores no hayan visto la película o leído la novela. Hay viñetas como las de Máximo o las de El Roto, o en su día las de Romeu, que son auténticos editoriales o crónicas comprimidas de la realidad. Hay otras como las de Forges, que encierran tantos detalles que no basta con devorar el bocadillo y echar un vistazo rápido. Qué decir de Gallego y Rey, tantos años sacando punta a la actualidad con talento e imaginación. De Mingote, Vergara, Puebla, Ricardo y Nacho, El Perich…. o de Juancarlos (http://juancarlerias.blogspot.com/), otro artista gráfico de talento que nos deleita con sus viñetas en la prensa local de la ciudad que habito. Artistas gráficos que arrancan por igual sonrisas y admiración desde las páginas de periódicos y revistas y cuya obra se mutila al contarla a través de las ondas, escamoteando la imagen y adornando la narración con una música o un efecto de sonido prescindible, que nada aporta y cuyo origen y relación con la viñeta es desconocido. No dudo de que haya a quien le gusten las viñetas radiadas, pero yo las prefiero en papel o en una web. Del mismo modo que prefiero ver una película o leer una novela sin saber previamente el final.
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