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jueves, 4 de junio de 2015

El 4 de La RaRa


"Hace falta valor", retaba Radio Futura a asistir a su "Escuela de calor". El 4 de La RaRa demanda el valor de los 'raros' que escriben en ella y de los lectores que osen abrir sus páginas. Una doble muestra de valor, de los que escriben y de los que leen, para enfrentarse desde ambos lados precisamente a eso, el valor. 
Sean valientes, como lo es Rakel Rodríguez con esta revista de ediciones RaRo que alcanza su cuarto número, y adéntrense en ella. No les decepcionará y hasta puede que les sorprenda.  

lunes, 13 de octubre de 2014

Una nueva criatura de Rakel

Al morir el pintor, Carmelo Palomino, al margen de mostrar la hipocresía de aquellos que siempre le habían criticado, imagino que fruto de la envidia, logró que se extendiera la creencia de que su obra pictórica era escasa. Una patraña que, entre otras cosas gracias al inventario de esa obra realizado por Juan Manuel Molina Damiani, quedó demostrada.
Siempre que asisto al nacimiento de una nueva criatura de Rakel Rodríguez, o tengo conocimiento de ese alumbramiento, no puedo evitar pensar en esa "escasez" de la obra de Carmelo; porque como con aquel, existe la tentación de creer que Rakel, fundamentalmente poeta, es poco productiva en el proceso de la creación.
Y nada más lejos de la realidad. He perdido la cuenta, en realidad nunca la he llevado, de los poemarios escritos por Rakel, publicados la mayoría por ediciones RaRo, creo que con la excepción de "Rabia", publicado por Revista Groenlandia.
La semana pasada tuve la oportunidad de asistir a la presentación de su último poemario "Donde nadie me encuentre" en El Pósito, un bar de cabecera que recomiendo a aquellos que visiten esta ciudad rodeada de olivos en la que habito.
Estas presentaciones en realidad son una excusa para vernos, para compartir una cerveza con versos, esta vez en boca del también poeta Joaquín Fabrellas y de la propia Rakel. Y sobre todo para confirmar que el afecto y las palabras tejen un hilo sólido que une a las personas más allá de la distancia.
Mantiene Rakel la costumbre de numerar los ejemplares de sus ediciones, limitadas por el carácter casi artesanal de las mismas. Hábito que puede llevar al error de pensar que el valor de la obra reside en el número limitado de ejemplares, en lugar de en las palabras que albergan.
A mí me ha tocado el 372. Al entregármelo, Rakel me preguntó si me iba bien. Le dije que sí, que yo era de letras más que de números, sin saber que el 372 estaba escrito también en letras. Aunque la verdad es que las letras que me siguen interesando son las que forman palabras, las que dan vida a sus versos para transformarse en estrofas y acabar en poemas que no entienden de atajos, ni de edulcorantes. Descarnados y vitales. Como una parte de ella.



He perdido otra batalla./ No sé cuántas me faltarán/ para dar por terminada esta guerra/ y rendirme. / Entregar las armas/ soltar el ancla/ bajar la mirada/ y decirlo con palabras/ me rindo/ no puedo más/ me equivoqué... Batallas pérdidas, "Donde nadie me encuentre", Rakel Rodríguez, 2014.

domingo, 29 de abril de 2012

La nueva criatura de Rakel

El jueves tocó presentación literaria en la ciudad que habito. Rakel Rodríguez mostró su nueva criatura, la última publicación de Ediciones RaRo, de la que es autora; un compendio de relatos bajo el título “Personajes que caminan por mis sueños”, ilustrado por Manuel Manzano y Thomas Donner.
El escenario elegido el Café del Consuelo y como maestro de ceremonia, el escritor Jesús Tíscar; que estuvo magnífico, dejando que el corazón se sume a la cabeza e incluso que la supere y que el humor con unas gotas ácidas, provocador de sonrisas o carcajadas, se aliara con ambos.
Hay quien piensa que la presentación de un libro debe rodearse de cierta solemnidad y además debe realizarse en un escenario acorde a tal solemnidad, con lo que hacer ésta en bares, tabernas o garitos de buen vivir y mejor beber sería casi un sacrilegio.
Desconocedores probablemente de que lo importante es el libro y de que es un verdadero placer saborear una presentación junto a una rubia con espuma o una copa de vino y poder compartir el alumbramiento de la obra con amigos y conocidos en un ambiente relajado.
No es la primera, ni la última vez, que asisto a la presentación de un libro en un bar. Y por supuesto, tampoco es la primera vez que esa presentación corresponde a una obra publicada por Ediciones RaRo, que es lo mismo que decir, publicada por Rakel; sea ella o no la autora de la obra presentada.
Ya he escrito con anterioridad sobre Rakel, de su amistad y por encima de todo, de su amor a los libros, como editora y como autora, y de esa labor casi romántica y mística de su aventura editorial, ya edite libros o revistas.
De su faceta como autora destacan sus libros de poesía, a los que se une en esporádicas ocasiones alguna incursión en el mundo del relato. Ésta ha sido una de esas ocasiones y ha parido una serie de relatos que despiertan la sonrisa, porque como ella dice cuando le asaltaba la mala leche, dejaba de escribir, porque prefería reservar esa mala leche para sus poesías. Así que la criatura, premeditadamente, busca alegrarnos en estos tiempos malsanos y hacernos caminar por el mundo de los sueños. Más bien adentrarnos en él, a través de esos personajes, algunos de los cuales pueden parecer exagerados y grotescos y que sin embargo, como reconoce su propia autora, son reales. Eso sí, pasados por el tamiz de su pluma y de su talento, para abandonar sus sueños y pasar a formar parte de los nuestros.
Se empeña en decir que no tiene hijos, pero yo he perdido la cuenta de su prole de tinta y papel. Y nadie podrá discutir que su maternidad nos sienta a todos muy bien.

Nota: el libro vale 10 euros y si alguien quiere adquirirlo puede solicitar su envío en: edicionesraro@yahoo.es.

martes, 5 de julio de 2011

El 2 de La RaRa

Es sabido que cuando se gesta el proyecto de una nueva publicación es relativamente fácil editar el primer número por el entusiasmo y las ganas de los que alumbran esa publicación. Y del mismo modo se sabe que lo realmente complicado es sacar el segundo número a la calle, porque la euforia inicial se desvanece y con ella el compromiso y una parte de la ilusión empleados en su elaboración e indispensables para la supervivencia del proyecto. De ahí que muchas publicaciones mueran tras su primera aparición, bien como número cero o como número uno.
Sólo la perseverancia de quien promueve la publicación evita tan prematura defunción. Como en el caso de La RaRa, cuyo número 2, gracias a la convicción en lo que hace de su editora Rakel Rodríguez, ve ahora la luz.
Si el primer número de esta revista literaria marcó una senda de ida y vuelta hacia la otra orilla del Atlántico y unió España y Cuba, con fonda en Matanzas; este segundo número continúa apuntalando ese puente entre ambas orillas, para comunicar ahora España y Argentina con las palabras, las ilustraciones y las fotografías de acá y de allá.
Rakel mantiene su sueño editorial, esa apuesta con sus correspondientes porciones de romanticismo y locura, y sigue sumando “raros” a la causa y ahondando en la “rareza” de los reincidentes como este gato.
Las puertas de esta casa de La RaRa y Ediciones RaRo siguen abiertas para aquellos que quieran visitarla. Pasen sin compromiso y sin miedo a ser tachados de “raros”. Observen a través de los versos y contemplen La Argentina desde múltiples miradas. Disfrútenla. Y por favor, al salir, dejen abierta la puerta; o si quieren, entornada.

(La revista se puede descargar desde el blog : www.rakelraro.blogspot.com)

martes, 20 de julio de 2010

La RaRa

Hace años que nuestros caminos se cruzaron. Dice que no tiene hijos, pero desde que la conozco no ha dejado de alumbrar criaturas.
En varias ocasiones he estado tentado de escribir un artículo sobre ella, pero soy conocedor de su pudor y consciente de que no le agradan los halagos. Así que aunque sea merecedora de ese artículo y de esos halagos, los pospondré una vez más.
Rakel Rodríguez es escritora y editora. Sabiendo de la dificultad para muchos autores, incluida ella, de publicar sus obras, se lanzó a la aventura editorial y creó Ediciones RaRo. Una apuesta romántica, frenética y limítrofe con la locura en un país en el que la cultura, sobre todo la que surge al margen de la “oficialidad”, está bajo sospecha.
Eso no le ha impedido publicar varios libros, de autores e ilustradores noveles y de algún autor consagrado, como el poeta jiennense Manuel Lombardo.
Ediciones RaRo está donde ella va. Valladolid, Granada, Jaén, Cabo de Gata… Y ahora, desde Hong Kong, nos llega su última criatura. Una revista, La RaRa, ideada en España y ultimada en la antigua colonia británica.
En origen, una publicación periódica de artículos y colaboraciones, en la que había reservado un apartado para la literatura y para la que echó mano de algunos de sus habituales “raros”, entre los que me hallo.
Al final, La RaRa es una revista literaria, cuyo primer número ha resultado ser un puente que cruza el Atlántico; desde España a Cuba, con parada en Matanzas. Y que se estrena con la publicación de 2 inéditos del escritor cubano Pedro Juan Gutiérrez.
En diciembre de 2009 o enero de 2010, no recuerdo la fecha con precisión, Rakel me pidió dos artículos para su revista. Uno, generalista (que no tiene cabida en la revista, dado el magnífico rumbo tomado), y otro, sobre libros. Escribí este último sobre el escritor cubano Abilio Estévez. Sin saber entonces que se incluiría en una publicación dedicada a la literatura de ambos lados del Atlántico, y en particular en un número sobre la Isla.
El periodismo y la Isla son dos pasiones en mi vida. De modo que al recibir ayer la revista y ver que abordaba la literatura cubana sentí una enorme alegría por participar en este proyecto. Sin embargo, al conocer su contenido y a las personas que participaban en ella, me he sentido abrumado y descolocado. Nunca soñé o imaginé compartir las páginas de una publicación con autores de esta talla y calidad. Ahora todos somos “raros” y La RaRa es nuestra casa común. Visítenla. Serán bienvenidos.

miércoles, 29 de julio de 2009

Reciclaje escultural


Crear desde lo supuestamente desechable; desde lo aparentemente inservible y sin embargo, reciclable. José F. Ríos es un artista local, pintor hiperrealista, escultor e ilustrador, hasta donde yo llego. Y no es poco. De hecho, su arte le ha llevado desde Orcera, un pequeño pueblo de la Sierra de Segura (en el Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas), hasta el nada pequeño Houston, en los tampoco nada pequeños Estados Unidos de América.
Afincado en la ciudad en la que habito, compartimos hace 5 años y por cosas del destino las páginas de un libro de relatos de viajes, Caminos de Jaén, de Ediciones RaRo. Él, evidentemente, con sus ilustraciones.
Conocía su pintura por una exposición en la sala de una caja de ahorros y por haber visto alguno de sus cuadros colgando de la pared de algún bar de copas. Y conocía algunas de sus originales esculturas por haberlas visto también en algún bar de copas. Y también recuerdo haber mantenido alguna conversación sobre su pintura con mi padre; debo reconocer que más de su agrado que del mío, y sobre sus esculturas, donde si existía coincidencia, es decir, que el agrado era mutuo.
Ahora, José Ríos me ha sorprendido gratamente con unas esculturas realizadas con señales de tráfico, conos de señalización, luces, hormigoneras…, material de obra reciclado, que dan vida a dos enormes pavos reales y a un jardín. Obras que se han instalado en el centro de dos nuevas rotondas, en las inmediaciones de la universidad de esta ciudad en la que habito. Arte al aire libre, a modo de museo abierto, que permite y facilita la convivencia de los ciudadanos con la cultura y contribuye a difundir una imagen vanguardista de la ciudad. Un nexo entre un presente con esbozos de modernidad y el futuro, que supongo germina en la universidad y que espero sepa disfrutar y valorar, más allá de la simple estética, estas obras de arte. Casi un símbolo: la construcción del futuro con un material que percibimos inservible. Como la propia vida.