¿Quién no ha tenido alguna vez la sensación o el deseo de ser devorado? Pocos habrán logrado escapar a ese viaje onírico que sugiere una boca abierta y muchos habrán imaginado ser engullidos.
Una boca abierta es una invitación de labios rojos; una muestra de avidez y de perplejidad. Y cómo no, la expresión indisimulada del aburrimiento.
Una boca abierta es una invitación de labios rojos; una muestra de avidez y de perplejidad. Y cómo no, la expresión indisimulada del aburrimiento.
Foto: WC en El Plata (Zaragoza).
No hay comentarios:
Publicar un comentario