viernes, 22 de noviembre de 2013

Cojón de gato

Lo descubrí la semana pasada. Al principio creí que era una broma o una frase hecha, pero no, es su verdadero nombre. Evidentemente lo primero que me llamó la atención fue el nombre y lo segundo, el origen, un caldo del Somontano (Huesca).
Decidí que lo probaría y lo incluiría en mi galería gatuna. Y ayer fue el día. Regando unos andrajos con pollo y setas y haciendo lo propio con unos chipirones. En Xavi Taberna, un negocio de hostelería que han abierto en Baeza (Jaén) mis amigos Alcázar y Xavi, donde se come y se bebe calidad a precio razonable y se recibe un trato inmejorable.
Ya, ya sé que la gente tiene la imagen de un gato bebiendo leche y blanqueándose los bigotes. Así que lo de un gato que le tira a las rubias con espuma y además no hace ascos a otros brebajes puede ser chocante. Tanto o más que denominar a un vino Cojón de Gato.
La verdad es que el nombre se las trae. Pero tiene su explicación. Por eso tras catarlo opté por saciar también mi curiosidad, sí la misma que mata al gato, y de paso disminuir mi ignorancia. Es sencillo, como casi todo o casi nada en esta vida, el nombre corresponde a una variedad de uva autóctona del Somontano, que es obvio, le da al caldo unas características propias. Les recomiendo que las descubran por sí mismos, igual que las de otros vinos del Somontano.
No es difícil suponer la imagen que le vino a la cabeza al viticultor que contemplaba las uvas y decidió bautizarlas en homenaje a las partes blandas del felino. Y puestos a imaginar, pensaba que si en lugar de Huesca la denominación hubiera sido en La Mancha y en vez de a las uvas el nombre le hubiera caído en suerte a los melones, habría que ver al gato.

 

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