miércoles, 22 de marzo de 2017

El juego del engaño

Recuerdan aquello de que el algodón no engaña. Pues con los datos pasa lo mismo, nos arrojan la verdad a la cara, que Jaén sigue siendo la última de la fila. 
A primeros de marzo nos enterábamos de que el paro en la provincia había subido un 9,97 por ciento, es decir que 52.703 jiennenses de nacimiento o adopción carecen de laboro. 
Y ahora nos enteramos de que también estamos en la cola de inversiones en obra pública en Andalucía. En 2016 solo se invirtieron en Jaén 42,7 millones de euros. 
Así es fácil entender porqué nuestras autovías siguen cortitas de kilómetros, nuestros raíles huérfanos de trenes o porqué las obras de museos, templos o pabellones deportivos son protagonistas de nuestra particular historia interminable. 
Abran las ventanas y griten los voceros que es culpa de los otros, que esto con los míos no pasaba. Y sigamos fingiendo y jugando al engaño. 
La verdad, según el Círculo de Empresas Andaluzas de la Construcción, Consultoría y Obra Pública (CEACOP) en su Informe Anual de Adjudicaciones, es que en 2016 se ha invertido un 43 por ciento menos en obra pública en Andalucía respecto al año anterior. 
El gobierno central, el de Rajoy, que era la administración más inversora desde 2010, un 71 por ciento menos. Y la Junta de Andalucía, la de Susana Díaz, un 17 por ciento menos. Mientras que las diputaciones se sitúan como la última administración en inversiones de este penoso ránking. 
Solo se salvan los ayuntamientos, que han invertido un 31,9 por ciento, 228,5 millones de euros. Una cifra insuficiente para acabar con los desequilibrios, fundamentalmente en infraestructuras, frente a otros territorios. 
Podemos mirar a otro lado, seguir lamentándonos, jalear a nuestros gobernantes y en función de nuestras coincidencias ideológicas aplaudir sus viajes a ninguna parte o dar un paso adelante y salir a la calle a reclamar lo que por derecho nos corresponde. No solo por nosotros, sino por los que vienen detrás. 
Y cuando hablo de salir a la calle me refiero a hacerlo como ciudadanos, no escudados en plataformas o grupos de opacos intereses. 
Es el tiempo de abrir las grandes alamedas, en el caso de Jaén, nuestros olivares, y que pasen los hombres libres.

Artículo emitido en SER Úbeda, el 20 de marzo de 2017.

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