viernes, 11 de mayo de 2018

Íntimos enemigos

La concesión de 15 millones de euros para Jaén con cargo a los fondos de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado (DUSI), el antiguo Plan Urban, es una buena noticia para la ciudad. 
Pero que nadie saque pecho y se ponga medallas. En la primera convocatoria no nos presentamos; en la segunda, suspendimos, y hemos logrado aprobar a la tercera, en la repesca. Cuando ya las otras siete capitales andaluzas tenían asegurados sus 15 milloncejos y a nosotros se nos ponía cara de Carpanta. 
Es una inversión a 5 cinco años que según se dijo en su momento se iba a destinar al proyecto de semipeatonalización del centro, la construcción de 800 plazas de aparcamiento, la puesta en servicio del tranvía, las inversiones en los barrios más vulnerables socialmente y la apuesta por energías limpias en los edificios municipales, bajo el paraguas del denominado “Jaén hábitat 2023”. 
Ahora cuando se anuncia su concesión en vez de explicar sin trampa ni cartón a qué se va a dedicar el dinero, asistimos a un nuevo rifirrafe entre equipo de gobierno y oposición. Será por la proximidad de las elecciones o será porque no hay claridad ni proyecto de ciudad. 
Sería deseable que la gestión de los fondos fuese menos tortuosa que el proceso para lograrlos. 
Lo que si ha evidenciado la concesión de los fondos DUSI es que pese a declaraciones de amistad y fotos conjuntas, el ex alcalde Fernández de Moya y el actual alcalde Márquez son las Cospedal y Soraya jiennensis (con permiso de ‘El Creata’). 
Es significativo que conociésemos la noticia de la llegada de esos fondos el domingo por la tarde y a través de un tuit de Fernández de Moya, anunciando además que el lunes ofrecería en Jaén una rueda de prensa para informar de la buena nueva. Ya ni siquiera se espera a la publicación en el BOE, se tira de Twitter y descubrimos “lo que está pasando en el mundo en este momento”. 
Márquez respondió convocando una rueda de prensa el lunes por la mañana junto a su concejal de Hacienda para informar de una noticia que ya era vieja. Fernández de Moya desde Madrid le había ganado la mano por el pajarito azul. 
Ya saben que en los alcaldes de Jaén es recurrente aludir a la herencia recibida para desviar la atención sobre su gestión de los asuntos de la ciudad. En el caso de Márquez lo cierto es que la herencia son los dos ‘caballos de Troya’ que Fernández de Moya le dejó en su grupo municipal y ni siquiera eso es excusa. Aunque una vez conocido que Márquez se presentará como candidato a la Alcaldía en las próximas elecciones, la duda es si esos dos concejales repetirán en la lista o saldrán del Ayuntamiento. 
De uno de ellos se especula ya con su marcha al Parlamento de Sevilla, donde con tanto “nini” y vividor de la política se sentirá sin duda como pez en el agua. No creo que el actual alcalde le echase de menos y de paso nos serviría para aclarar quién manda en el PP jiennense y lo que es más importante para Jaén, quién gobierna la ciudad. 
No estaría de más saber de entre los íntimos enemigos cuál tiene menos fuerza que la Falange de Cazalilla.

 Mi artículo para SER Jaén, "La Colmena", del 10 de mayo de 2018.

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