jueves, 14 de septiembre de 2017

Entre el Déjà Vu y el espejismo

Cantaba Joaquín Sabina con Chavela Vargas que “el fin del mundo te pille bailando”. No es el fin del mundo, tan solo el fin del verano. Y no, ni uno ni otro nos pillan bailando en Jaén. Pasamos en unos días de ser una ciudad muerta a continuar siendo esa ciudad dormida, cómoda en su letargo. 
Pero ya saben, el verano es tiempo de descanso, incluso para algunos de reflexión, y hasta nuestros gobernantes vuelven con las pilas cargadas. Retornan como si hubieran encontrado una fórmula mágica capaz de sacar a la ciudad de su sempiterna modorra y como si hubieran bebido de la fuente que les dotara del conocimiento para gestionar. 
Es un espejismo. Se produce cada año en los primeros días de septiembre. Regresan como si quisieran solucionar los problemas de esta ciudad, hasta los creados por ellos; como si supieran solucionarlos. 
Anuncian a bombo y platillo el desbloqueo del Museo Íbero, el inicio de las obras en la calle Cataluña, los avances de uno de los futuribles centros comerciales y hasta que la Junta suavizará la norma para que la música vuelva a sonar en el interior de los garitos de Jaén. Vamos, que si se descuidan nos dan fecha para la puesta en marcha del tranvía y la apertura de la iglesia de Santo Domingo. ¿Por qué ahora sí, antes no y mañana puede? 
Ante tanto ruido y con tantos altavoces corremos el riesgo de dejarnos atrapar por el espejismo y abrazar la fe de los crédulos. Lo malo es que cuando se disipe el espejismo comprobaremos que seguimos en el mismo páramo. Nos golpearemos con la realidad, pero no se preocupen ni se hagan ilusiones; se les pasará pronto. A ellos y a nosotros. 
Y volveremos a la anormalidad, que es nuestra normalidad: los proyectos paralizados, las riñas de gatos, la ineficacia como testigo, la semilla de la desesperanza y la desafección, el desprecio a la cultura, el triunfo de la idiotez y el ascenso de los vivos. 
Entre lo merecido y lo desmerecido hay más de espejismos, cantos de sirena o cuentos chinos que de un futuro tangible para la ciudad. ¿Hasta cuándo podemos aguantar así? Lo ignoro, dicen que la capacidad de sufrimiento de algunas especies no es cuantificable. 
Pero alégrense, hoy comienza el Alligator Rockin' Festival. Cuatro días de rock en la ciudad del lagarto. Y aunque hay quien cree que esta música tiene algo de infernal y aunque admitamos que el diablo puede enredarse en las cuerdas de una guitarra, el rock es de lo poco en lo que todavía hoy se puede creer. 
Live rock.

Artículo emitido en SER Jaén, "La Colmena", el 14 de septiembre de 2017.

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