jueves, 3 de junio de 2010

Dejarse llevar

Me dejaba llevar, me dejaba llevar por ti. Recordando este fragmento de una letra de Antonio Vega, pensaba que nos dejamos llevar por cualquier cosa. Como la rama arrastrada por la corriente. Incapaz de oponerse a la fuerza del agua, salvo cuando queda atrapada entre las rocas; momentáneamente, hasta que de nuevo el agua la arrastra.
Podría parecer en ese momento que varada entre las rocas la rama es capaz de resistir los embates del agua. En apariencia. Hasta que la corriente la arranca de esa imaginaria fortaleza de piedra y la sumerge y transporta. El agua fija el rumbo, del mismo modo que la mano experta maneja los hilos de la marioneta creando la ilusión de que está dotada de vida.
Las personas nos parecemos a la rama arrastrada por el agua. Nos dejamos llevar por la corriente; a favor o en contra da igual, es lo de menos. Incapaces de resistirnos al empuje de la misma, sólo algunos alcanzan a erguirse entre las rocas y hacernos creer al resto que son autónomos frente a esa corriente de opinión generalizada. Y no es así, porque en realidad esa supuesta manifestación al margen de la corriente no es más que la constatación de la existencia de otras corrientes, como un nudo de autopistas cruzándose en distintos niveles.
No queremos reconocerlo, salvo excepciones, no hay cimientos sólidos en la base del pensamiento. Así que construimos teorías sobre escuálidos argumentos y hacemos nuestro aquel principio de la veracidad sustentada en la reiteración. Lo que nos lleva irremediablemente a deambular por esas autopistas entrelazadas y nos aleja de la posibilidad de construir nuevas vías de pensamiento.
Nos dejamos llevar por la corriente, ignorando si existe siquiera la opción de elegir entre parecer rama o ser agua.

4 comentarios:

  1. Hay quienes se creen en posesión de la verdad por hablar mas y hacerlo alto, y suelen ser los mismos que repiten una y otra vez con insistencia la misma letanía convencidos de que así la convertirán en credo.
    La verdad de unos es muy diferente a la de tantos otros, pero todos yerran al olvidar que ella no existe mas que como la percepción de la propia evaluación de lo que les rodea.
    Lo cierto Carlos, es que agua y palito seguirán su curso, pero yo no sé hacia dónde salvo que lo harán por el camino más fácil, aunque a veces eso signifique abrirse paso a trompicones y arrasar lo que encuentren a su paso.

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  2. Eauphelia, pero por qué nos empeñamos en ser palito o agua. Un bico.

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  3. No me preguntes que ya sabes que yo soy agua y puedo adoptar los tres estados de solida, liquida o gasiosa.
    No te negaré que como tal unos días ande por la superficie y otras, por traicioneras corrientes, me arrastre por los fondos.
    Pero en cualquier caso, si no eres agua eres palito... o fuego y lava, o viento y hojarasca, y que el mas fuerte arrastrara al debil porque asi ha sido siempre.
    Bicos mil.

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  4. Tú tienes claro que eres agua. El resto se deja arrastrar o arrastra y no busca nuevas vías. Bicos.

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