sábado, 27 de marzo de 2010

La negación del mañana

El futuro espera a la vuelta de la esquina para convertirse en presente. Algunos tienen el extraño convencimiento de poseer la capacidad de conocer ese futuro y otros la convicción profunda de que ese futuro ya está escrito.
También hay diferencias sustanciales en la elección del color para pintar ese futuro. Unos, optan por el negro; otros, lo pintan de color de rosa, y los menos, lo pintan del color de la esperanza. Pocos serán los que se inclinen por el blanco, y sin embargo esa elección es comprensible desde la creencia de que el futuro está por escribir y que esa es la tarea diaria de cada uno. Y más de uno lo pintará de gris o de marrón, confundiendo futuro con presente y presente con futuro.
Habrá algunos cuya opción sea pintar ese futuro de muchos colores, como si fuera un arco iris. Y otros, más atrevidos en apariencia y en un alarde creativo, pintarán el futuro de lunares, de nubes o de mariposas.
En ocasiones, quizás demasiadas, se pinta el futuro sin apenas haberlo construido. Se ignoran los materiales a emplear, se olvidan los cimientos que deben sustentarlo y se desconoce si el futuro es asunto de uno o de alguno más. Y lo que parece peor, se trata de construir el futuro sin la consciencia del pasado y del presente.
Muchos evitan dar la vuelta a la esquina, creyendo negar el futuro y sin caer en la cuenta de que lo alcanzado es el presente.
Sin ayer no hay hoy y sin hoy no habrá mañana. Puede parecer una retahíla infantil o una plegaria en un mundo de ficción, pero es una sentencia infalible contra aquellos que tratan de negarnos ese mañana.

2 comentarios:

  1. Algunos tienen tanta prisa por llegar a mañana que cuando estén allí verán que perdieron el ayer y el hoy...

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  2. Rakel, esos son los que creen que han ganado el futuro.

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