martes, 8 de septiembre de 2009

Salir del Callejón del Gato


Lo encontré en una reseña literaria del Babelia del Sábado (El País, 5 de septiembre de 2009). Como es evidente me llamó la atención su título “Salir del Callejón del Gato”. Y pensé, quizás de forma ilusoria, que no llevó tanto tiempo con este blog para haberme creado enemigos; y en cualquier caso, salir es tan fácil como no entrar. Mi callejón tiene los muros de cristal, paredes transparentes que me permiten ver y ser visto; y de ser cierto eso de que los gatos cuentan con 7 vidas, desconozco cuántas me quedan; pero por si acaso, procuro no perder siquiera una. Así que no entendía ese empujón, esa salida que bien podría ser una huida hacia delante.
Ya saben que la curiosidad mató al gato y si además es de oficio curioso no hay escapatoria. Me lancé, literalmente, sobre la página abierta para leer aquella reseña; más que nada por averiguar a que se debía aquel título, preocupante, lo reconozco, para mí. Y aunque tras su lectura sigo sin saber a qué se debe ese título, me parece de ley reflejar aquí la reseña. El libro en cuestión es un ensayo, al parecer muy ambicioso y documentado, sobre la gobernanza mundial; obra del diplomático Manuel Montobbio, que ignoro quién es, y editado por Icaria, Barcelona, 2008. Parte de la constatación de un cambio en el mundo tras la caída del Muro de Berlín y tras el 11 de septiembre y el ataque a las Torres Gemelas y por tanto, aborda la necesidad de una nueva forma de gobierno mundial, la gobernanza.
Puede ser un caso aislado, pero en tiempos de adopción de medidas preventivas, quizás debo sucumbir a la invitación de una amiga y comenzar a marcar el territorio. Al menos el de mi callejón, porque si no niego la entrada cómo invitar a una pronta salida.

2 comentarios:

  1. Pero resulta que como gato de siete vidas te mueves por las azoteas del país tan bien como por los sótanos del mi barrio. Algo que yo como agua, no puedo hacer porque siempre me voy al fondo, donde el recubrimiento es naturalmente impermeable y no hay hay una sola grieta por la que me pueda escurrir.
    La verdad es que hoy buscándote en google desde la oficina di con otro callejón gatuno que hablando de la tierra que me vio parir me emocionó.
    DeciaNo sé qué tiene Galicia, pero lo cierto es que atrae a sí, te pega a su natura, como un electroimán, y te hace imposible el destete, cuando el retorno obligado te va alejando de su verdura y, lejos de sus bosques, costas y santuarios, uno se siente náufrago y zozobra en la estepa de León y Castilla, hundido por el peso de la melancolía.
    ¿No te parece precioso esa forma de decir sobre mi tierra?
    Ea, que tenía que contarlo que sino reviento.
    Pero volviendo a tu callejón, marcar territorio está bien y tener enemigos también, sobretodo tenerlos muy cerca para poder controlarlos.
    Un bico

    PD 1.- a mi lo de gobernanza me suena a vergüenza y venganza. Creo que se podría hacer una rima con eso.

    PD 2.- Espero que,aunque los gatos y el agua no se lleven muy bien, no me invites a una despedida, ni pronta ni lejana.

    PD 3.- Como ves,sigo sin control, o muy extensa o muy parca.

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  2. Ya sabes que yo peco con el lirismo y de ahí que me parezca fantástica esa forma de decir de tu tierra. Bueno, aquí el gato y el agua conviven y no es mi intención despedirme. Un beso.

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