jueves, 24 de septiembre de 2009

Fuera del tiesto

Toda la vida afinando la puntería, evitando mojar la tapa y acordándome de bajarla cuando he terminado. Toda la vida saliendo de la bañera o del plato de la ducha a la carrera, empapado, liándome de mala manera en la toalla para medio secarme y desaguar.
Ahora, una temporada transmitiendo a mis peques lo aprendido y practicado y la necesidad de utilizar un trozo de papel para capturar la última gota y que no olviden nunca tirar de la cadena. Riéndome, junto a mi santa, de la habitual muestra de orgullo infantil “como mi papá”. También haciéndoles padecer alguna vez la salida atropellada de la bañera, incluido el numerito de la toalla.
Y después de tantos años y de tantos esfuerzos, una ONG brasileña me dice que soy un derrochador y que en lugar de hacerlo en el váter y gastar 12 litros de agua cada vez que tiro de la cadena, mejor lo hago en la ducha y mato dos pájaros de un tiro (no quiero herir sensibilidad alguna con lo de matar pájaros y mucho menos que se me entienda mal o se me malinterprete y alguien piense que estamos poniendo el apéndice en riesgo por desaguar en la bañera).
Es cierto que todos alguna vez hemos meado fuera del tiesto; es más, hay personas que se pasan la vida meando fuera del tiesto, pero de la maceta a la bañera hay un trecho. Y ya me explicarán qué les digo a mis peques cuando me pillen en la bañera en esa situación: apéndice en mano, sacando brillo al esmalte. Ni puntería, ni tapa, ni última gota, ni cadena… “como mi papá”. Lo que sea por la madre naturaleza.

2 comentarios:

  1. Recuerdo una anécdota de mi peque compartido, ahora ya convertido en todo un albatros, cuando empezamos a quitarle los pañales para que se fuera acostumbrando… Era verano y estábamos pasando unos días en la playa. El crio jugaba tranquilamente con su pala, cubo y la arena cuando de repente se levantó y se puso a decir a grito pelado “mama, voy a hacer pis” y lo repitió varias veces para que todos nos enteráramos mientras corría desaforado entre sombrillas y toallas hacia el mar.
    Su padre lo pillo cerca de la orilla, cuando ya se disponía en poner en práctica la acción. Lo terrible por bochornoso fue cuando lo traía de regreso y se venia disculpando de toalla en toalla con toda su ingenuidad “Era broma, eh, no iba a hacer pis en el agua. Nooo, que era broma, eh”

    La verdad es que hay noticias que son para ir a mear y no soltar gota, pero te ries un montón ante tanta opinión gili.

    De todas formas no me ha quedado clara la cosa de esa ONG. Qué dicen, qué me tengo que duchar cada vez que quiera mear para ahorrar agua.

    Bicos.

    PD ¿Dicen algo de si… tener sexo y verter otra clase de fluidos en la ducha se hace algo por la madre naturaleza?

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  2. Bueno, yo pensé también lo del mar, por lo menos el que viva cerca. Y lo de la ducha, imaginate la escena final y además, vestido y con los zapatos puestos. De sexo y otros fluidos no decían nada, pero es evidente que se hace algo por la naturaleza. La de cada uno al menos. Bicos. Salud.

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