sábado, 21 de marzo de 2020

Es 21 de marzo

La primavera nos ha traído un día gris. Acorde con esos otros días de este momento que estamos viviendo. Y aún así, en el fondo pervive la esperanza de que salga el sol, de poder constatar que como escribía el poeta “la primavera ha venido”. 
Otro 21 de marzo. Pero no he podido contemplar el jaramago, la primera flor de la primavera. Aunque siempre crece y florece en mi memoria. 
Hoy predomina el claroscuro. Con tendencia a las sombras. Cuando es más necesario que nunca buscar la luz. Y aferrarse a ella. Abrazarla como si estuvieras aquí. A sabiendas de que es un espejismo. 
Y me invade la duda. Porqué no sé si hubieras podido aguantar el confinamiento. Los primeros días habrías salido, pero la realidad de una ciudad cerrada y vacía te hubiera hecho desandar los pasos con esa congoja que en ocasiones produce la soledad. Y a regañadientes y por obligación, como todos, hubieras aceptado ese encierro, que para tí además hubiera sido condena. Puede que con el paso de los días te hubieras adaptado, pero la incertidumbre del tiempo a penar te habría devorado entre cuatro paredes. 
He oído llover. Y por un momento no he sabido si esa lluvia era real o era la que cae en los corazones. He pensado que era el recuerdo golpeando en la ventana de mi cabeza, impetuoso por salir. Y he llegado a creer que el agua de esa lluvia puede traer mensajes del más allá; gotas más rápidas y más cortas, gotas que al caer producen sonidos más fuertes y más débiles, un morse entre dos mundos. 
A la lluvia la sustituye un aplauso. Porque ahora casi todo se reduce al reconocimiento de un aplauso. Hemos aprendido que los abrazos y los besos no solo nos los arrebata la muerte. Y quizás anotemos esos besos y esos abrazos en la hoja de una libreta con los debes y los haberes. Tarde, como siempre tarde. 
La primavera ha venido. Sigue pareciendo un invierno.

2 comentarios:

  1. Bonita reflexión, he recordado a mi padre que falleció un poquito antes de la última navidad y como le gustaba salir cada día a dar su paseo. Sin duda todo es más triste, para mí y para todos.

    Los abrazos y los besos no solo nos los arreabta la muerte. Creo que con eso ya está dicho todo.

    Un abrazo y un beso

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  2. Gracias. Todo es más triste en estos días, pero aún así no debemos dejar que nos gane la tristeza. Hay tiempo de llorar y tiempo de reír.
    Mi padre murió en 2008, el 21 de marzo es su cumpleaños. Pensaba en él con esta situación y también en todas aquellas personas a las que encerrarlas es arrebatarles media vida.
    Volverá a lucir el sol.
    Un beso y un abrazo para tí también.Y ánimo y salud.

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