martes, 30 de septiembre de 2014

Entretiempo

Deben ser esos días difíciles de definir entre septiembre y octubre, en el tránsito del verano al otoño. O quizás sea la factura del exceso de trabajo, esa carga invisible que pesa más de lo deseable y de lo previsible. El caso es que en los últimos tiempos no logro escribir lo que quisiera. Aunque la realidad es que si escribo, pero no lo plasmo en el papel. La necesidad sigue apretando y las palabras bullen en  mi cabeza, se ordenan en frases, forman párrafos y completan escritos condenados al olvido. Textos nonatos, destinados a no ver la luz y a desvanecerse de igual modo que fueron creados. Y aún así no renuncio a las palabras. Me sumerjo entre ellas, me refugio en las páginas escritas por otros. En prosa o en verso. Descubro a Papadiamandis y a Mirivilis. Hallo cobijo en la poesía de José Hierro y Manuel Lombardo. Y escucho los silencios de Leonard Cohen.

4 comentarios:

  1. Hola Carlos:

    Soy Azul de La Comunidad de la Cadena Ser. Como aquella plataforma cierra ya decido comentar aquí, porque de poco sirve mirar al pasado. Supongo que por esta nueva plataforma emprenderemos una nueva aventura.
    En agosto nos desahuciaron de La Comunidad de El País y, ahora, de la Cadena Ser; se veía venir. Las echo de menos, pues fue interesante y divertido participar en ellas. conocí gente muy agradable y a veces manteníamos interesantes "debates"intercambiando comentarios.

    Deseo que también lo pasemos bien por aquí. Muchas gracias por dejar tu enlace para que te visitemos en Blogger. Mucha suerte. Saludos

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  2. Hola Azul, desgraciadamente ha sido la crónica de una muerte largamente intuida. Es una pena porque ese formato facilitaba la lectura de los distintos autores y el intercambio de comentarios. Bienvenido a esta ubicación del callejón. Un abrazo y salud.

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  3. Hola Carlos. Me alegro de contar con un lugar donde leerte. He de incluir este callejón en mis paseos por la red.
    Un abrazo.
    Rafa

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  4. Hola Rafa, un placer recibirte en este callejón. Ya sabes que no hay puertas y las ventanas están abiertas. Un abrazo y salud.

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