viernes, 12 de marzo de 2010

Catavenenos

El término “catavenenos” no es mío, en realidad corresponde al periodista José María Izquierdo y empieza a ser habitual leerlo en alguno de los artículos de su blog “El ojo izquierdo” (http://blogs.elpais.com/ojo-izquierdo/); puede que incluso esa cata sea una tentación en tiempos de desesperanza.
Lo aplica sin benevolencia a aquellos que no muestran benevolencia alguna y que con frecuencia no dejan que la verdad les estropee una buena historia y les arruine la apertura de un informativo, el tema de un artículo o la portada de un periódico.
Me gusta eso de “catavenenos”, aunque yo a esta camada la veo más como administradora de cicuta. Y eso a pesar de que alguien pueda reprocharme esta afirmación y argumentar que es necesario catar el veneno para administrarlo con conocimiento y en las dosis adecuadas y también para inmunizarse.
También es factible pensar que más de uno podría envenenarse con sólo morder por error su propia lengua o que algunos cerebros pierden neuronas y ganan alcaloides. Y es cierto, que a ello no contribuye la fama de la “canalla” y su facilidad y disposición a “hacer trajes” con pespuntes o sin ellos y sin necesidad de afilar la lengua.
Y sí, por las mismas, podrían variar la perspectiva y calificar de “catavenenos” a los otros. Lo gracioso es que sería cierto, porque a fin de cuentas somos los otros los que ingerimos voluntaria o involuntariamente esa cicuta. No nos dan a elegir, como con tantas otras cosas, porque de hacerlo es indudable que para muchos la opción sería la cata de vinos o la administración de caldos y pocos serían los partidarios de emular al filósofo griego.

4 comentarios:

  1. Me ha parecido ver, porque de soñarlo me empezaría a preocupar seriamente, unas imágenes en un telediario donde peperos y sociatas departían entre risas tal cual coleguis bien avenidos de toda la vida. Una imagen muy diferente a la que nos tienen acostumbrados a ver en los debates parlamentarios mas parecidos en estos últimos tiempos al club de la comedia, donde ellos mismos ríen y aplauden sus propias charadas.
    Bueno, parece que les va bien este sistema. Porque mientras ellos se enriquecen; se aseguran salarios, pensiones y repensiones, dividen con su circo a la sociedad obligándola a tomar partido por un bando u otro. Divide y vencerás, que contaba el refrán.
    A la vista del panorama, a una no le queda más remedio que sentarse en el trono y defecar… veneno sobre toda esa camada. En fin, consuelo de tonta.
    Un bico ;)

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  2. Y digo yo...puestos a catar , ¿no será mejor un buen vino? Que para catar veneno.... ya lo reparten gratuitamente una gran cantidad de personas.Besos.

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  3. Eauphelia, creo que esta camada ya está inmunizada, no obstante sería bueno intentarlo con raticida. Un beso.

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  4. Mónica, yo no tengo dudas de que siempre es mejor catar un buen vino, pero en estos tiempos ¿quién no ha catado la cicuta? Un beso.

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