sábado, 12 de diciembre de 2009

Encandilar

Me gusta esta palabra, encandilar. Hay palabras que son hermosas más allá de su significado o antes de su significado. Son hermosas a la vista y al oído; también por lo que sugieren y evocan.
Ignoro su origen, su etimología, pero supongo, y quizás sea mucho aventurar, que procede del árabe. En Andalucía, una palabra también bella por sí misma, perviven las huellas de su pasado árabe, incluso en el lenguaje. Son palabras de agua y luz.
Palabras que vinieron en boca de otros para acabar alojadas en la nuestra. Palabras que se quedaron para unirse a las nuestras y a otras que antes tampoco eran nuestras, pero que acabaron siéndolo.
Es curioso como las palabras no tienen problemas de convivencia y de mezclas y como, en la mayoría de los casos, esa convivencia y esa mezcla enriquecen el lenguaje.
Encandilar significa deslumbrar al acercar mucho el candil a los ojos. El candil se puede sustituir o ha sido sustituido, debido al uso y al paso del tiempo, por personas, por el arte o por las propias palabras… que acaban deslumbrándonos. Nos encandilan. Y como la llama raptando la mirada, nosotros también nos dejamos llevar. Con palabras de luz y agua. Encandilados.

3 comentarios:

  1. Seguro seguro que tienes alma poeta y mucho más. Te odio ;)

    ResponderEliminar
  2. Ya lo sabía, lo último; pero me extraña porque no es condición de agua. Un bico. Salud.

    ResponderEliminar