martes, 8 de octubre de 2019

Tiempo de convencer

El final del verano nos trae siempre un septiembre y un octubre movidos, como si se quisiera hacer ahora lo que no se ha hecho en los meses anteriores. Y además este año, repetición de elecciones generales en noviembre, es decir, no hay tregua y arraiga la sensación del tiempo perdido. 
En Jaén dicen que repiten candidatos al Congreso y Senado. Habrá que verlo. Sobre todo en el PP. Aunque eso no es bueno ni malo. Lo mismo da. No hay debate entre lo efímero y lo insustancial. La ciudadana Adán puede verse expulsada del paraíso sin haber mordido siquiera la manzana y al PP se le pone la piel de serpiente pensando que lo que pierde el naranja lo gana el azul. 
A Errejón no se le espera. Así que su Más País es un menos Jaén. Más de lo mismo pues, condenados al olvido. La provincia sigue precipitándose en la nada; portadora de estandartes de esa España vaciada que ahora para 5 minutos en los que el silencio suena también a hueco. 
Me temo que los programas electorales lejos de ser el libro de los sueños seguirán siendo papel mojado, un catálogo de promesas sin valor en el que Jaén es invisible. 
Como saben el final del estío nos ha traído también el estreno de la última película de Amenábar, “Mientras dure la guerra”, que ha revuelto a ese sector de la sociedad tan reacio a la reflexión y tan proclive a embestir. Esos alegres muchachos y muchachas, viejos y nuevos partidarios de la involución enmascarados en la democracia; nostálgicos de esos 40 años de guerra y esa posguerra denominada Transición que todavía hoy parece no haber acabado. Esos mismos que aspiran a presentarse como una suma, cuando siempre fueron resta y división. 
¿Recuerdan aquello de vencer no es convencer? Quién sabe, quizás si hubieran estrenado la película unos meses antes nos habríamos ahorrado la repetición de elecciones. Porque ahora toca convencer. 

Mi artículo para SER Úbeda (Multimedia Jiennense), del 7 de octubre de 2019.

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