miércoles, 6 de diciembre de 2017

Los trenes perdidos

Los trenes pasan de largo por Jaén. Los que van sobre raíles, que muestran el aislamiento de la provincia y el olvido en el ámbito de las comunicaciones; y los otros, esos que vienen del Norte con las arcas llenas y que son sinónimo de inversiones y por tanto, de futuro. 
Estos últimos duelen más, porque abren la brecha con otros territorios cercanos y nos condenan a recibir las migajas o ni eso. Y siempre hay excusa, que no se había realizado la solicitud a tiempo, que no cumplimos los requisitos o que fulanito, con mando en plaza, ha dicho que aquí sí y allí no. 
El último episodio ha sido la Inversión Territorial Integrada (ITI). Unos millones de euros que, como anticipo de la Lotería de Navidad, anuncian Estado y Junta de Andalucía que caen en Linares y su comarca. Como si ese dinero fuera a cegar ese pozo sin fondo que ha supuesto Santana Motor para esa comarca y para el desarrollo del resto de la provincia. 
Ya conocen la cantinela, tanto PP como PSOE habían pedido los fondos para la provincia. Que si no vienen para el resto de la provincia y solo lo hacen para Linares, bien; pero que la culpa de que no vengan para todos es del otro. 
Dice el secretario de Estado de Economía y ex alcalde de Jaén, Fernández de Moya, a quien cualquier día nombrarán “persona non grata” por estos lares, que los fondos solo vienen a Linares y su comarca; que si Europa, que si así lo ha pedido la Junta…, y la delegada del Gobierno de la Junta, Ana Cobo, ni confirma, ni desmiente. 
Nos tratan como a niños o como a idiotas. O las dos cosas. Y nosotros respondemos como niños y como idiotas. Yendo a votar a uno cada cuatro años y echándole la culpa al otro. 
La realidad es que Jaén no tiene peso en los centros de toma de decisiones; ni en Madrid, ni en Sevilla. Exportamos figurones y figurantes y a cambio nos envían asientos de primera fila para ver pasar los trenes. 
Todo es una pose, un calculado rédito electoral que oscila diputado arriba o abajo pero que asegura el control de la provincia y lo fundamental, las riendas del partido correspondiente por participación directa o interpuesta. 
Así van pasando los años y Jaén se desangra. Los indicadores económicos nos siguen situando en los últimos puestos entre las provincias del resto de Andalucía y de España. 
Ocupamos el vagón de cola. Y para nuestra desgracia ni siquiera es el vagón de uno de esos trenes que vienen del Norte. Me temo que a nadie importa que ese vagón sea el de un tren que esté en marcha, que descarrile o siga parado en un andén perdido entre olivos sin estación de destino.
 
Mi artículo para SER Úbeda, del 4 de diciembre de 2017.

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