viernes, 30 de enero de 2015

El final del túnel

Casi todos los viernes, si estoy en casa y dependiendo del personaje, tengo una cita frente al televisor con el programa "Imprescindibles", de la 2 de TVE. Una muestra de que se puede hacer una televisión pública de calidad, pese a los mandados de los gobernantes de turno y sus burdas manipulaciones. 
No es fácil, pero siempre hay profesionales capaces de encontrar un resquicio por el que proyectar  su luz y hacernos partícipes de ella, para combatir el vacío y la ceguera de los entregados al pesebre o precisamente aprovechando ambos. 
Hoy el protagonista era el diseñador Alberto Corazón. Artista de sobra conocido, algunas de cuyas creaciones han sido unos de los iconos del último periodo democrático en España, del que se ofrecía una visión de su trayectoria profesional y su universo creativo y una aproximación a su esencia vital. 
Hablaba el creador de ese bagaje vital y sentenciaba, tras haberse sometido a una operación a corazón abierto, que se halló al final del túnel; con la consciencia de que más allá no había nada. 
Esa certeza del punto final sitúa el don de la vida en su exacto valor. Lo aquilata. Y lleva, según Alberto Corazón, a disfrutar cada mañana del esplendor de esa vida.
Habrá más de uno que difiera, por sus propias vivencias o por la escasez de ellas, por sus creencias o la ausencia de ellas, y afirme sin dudar que hay luz al final del túnel. 
El resto nos conformamos con poder seguir caminando por el túnel. Erguidos. Conscientes de que la luz que nos alumbra ha de hallarse en el viaje y no en el destino. 

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