La autoría de la frase
no me corresponde, pero la suscribiría sin dudarlo. Me la comentó
un profesor universitario al que se la había referido un catedrático
de su universidad y que al parecer la utiliza de forma recurrente. No
tiene caducidad y de hecho, es innegable su actualidad.
Más o menos viene a ser
ésta: "La carne de pollo no es la más barata que se puede
comprar en el mercado; la más barata sigue siendo la carne humana".
A lo que yo añado que además la carne de los vivos es más barata
que la de los muertos.
Habrá quien diga que hay
quien se vende caro, muy caro. Lo cual es opinable en función de lo
ofertado y su tasación en el mercado, que oscila entre el plato de lentejas y las 30 monedas de plata; pero que viene a confirmar que a
priori todo es cuestión de precio.
Decía mi abuela materna,
"dale un carguillo a Juanillo y verás como es Juanillo".
Imagino que antes Juanillo sería como ahora, una persona carente de
dignidad y corrompida, en lo tangible y en lo intangible, dispuesta a
cualquier cosa con tal de mantener un estatus.
Ignoro si entonces habría
muchos juanillos. Ahora son multitud. O al menos dan esa sensación.
A diestra y siniestra. Cínicos y descarados. Expuestos en el
mostrador a la espera del primer comprador. No es carne de primera,
más bien de desecho; pero el que compra sabe de antemano lo que
busca y lo que va a encontrar. Y más que el contenido, le interesa
el envoltorio.
Mientras, en la
pescadería, los pescados esperan con la boca abierta y los ojos
brillantes. Inertes, conscientes de que el final es ser devorados. Es
obvio, previamente habían mordido el anzuelo o caído en la red.
Amigo es que hoy los humanos solo somos para algunos números y si estos llevan el cero delante no valemos nada. Menos mal que para otros que somos personas todavía muchos humanos tienen dignidad . Un abrazo Carlos
ResponderEliminarAmigo no salio mi fto pero ya me conoces
ResponderEliminar