sábado, 20 de junio de 2009

Besar la lona

El boxeo está KO. Al menos eso parece si damos por bueno aquello de que lo que no se ve, no existe. Hubo un tiempo en que un campeón de boxeo, mundial o europeo, era una estrella. Hoy un campeón apenas es conocido en un pequeño círculo de profesionales y aficionados.
Hace un par de semanas oí en la SER a Javier Castillejo, “El lince de Parla”, defendiendo la práctica del boxeo. Castillejo es doble campeón mundial, además en dos categorías diferentes, superwelter y medio. Hablaba de un deporte duro, pero no violento. Dureza frente a violencia. Una demostración de que además de los guantes maneja con soltura el verbo.
Recuerdo que cuando era pequeño mi padre me llevó a alguna pelea vespertina en el Palacio de los Deportes de Madrid. Era el aperitivo previo a un combate importante, que yo por edad no podía presenciar. Tiempos en que nombres como Pedro Carrasco, Urtaín, Perico Fernández o Alfredo Evangelista, que llegó a pelear con Cassius Clay, no se confundían con los de un futbolista, un actor o un cantante de éxito.
Yo no soy un apasionado del boxeo, pero me gusta. No sólo por lo que es, por la puesta en escena de los dos púgiles en el cuadrilátero, sino por lo que ha representado, por lo que ha supuesto entre otros ámbitos para la cultura (literatura, fotografía, cine, pintura…). Y porque me parece una metáfora de la vida. De algunas vidas. Caer, besar la lona y levantarse para seguir encajando. Algunos logran mantenerse en pie, hacer bailar los pies, pero otros, vuelven a caer, vuelven a besar la lona.
No ha habido recreación del mundo del boxeo como la de las clásicas películas del cine norteamericano y la lista de actores que han dado vida a boxeadores es interminable: Errol Flyn, Kirk Douglas, Paul Newman, Robert de Niro, Russell Crowe, Denzel Washington, Will Smith y como no, hasta Silvester Stallone y su Rocky.
Cuentan que Hemingway y Picasso eran aficionados al boxeo. Como tal se reconoce el polifacético Gonzalo Suárez. Y el boxeo está presente en las obras de Eduardo Arroyo y Úrculo.
En la ciudad en la que habito hay dos hermanos con apellido de novela de García Márquez, los hermanos Buendía, apasionados por el boxeo. Raúl “Gordito” Buendía es boxeador y su hermano Jesús, es periodista y boxeador. Se han propuesto recuperarlo, así que han organizado varias veladas de boxeo, han montado un gimnasio y hasta una publicación, “Cutman”, que por la crisis se ha convertido en una página web. Incluso han creado el grupo “Cutman” en facebook: http://www.facebook.com/p.php?i=1071111902&k=SWD5YZUXTZ5M5JFCRG3YYQ
Comparten estos proyectos con un negocio de hostelería familiar con nombre evocador, “El Alambique”, y aún así, no se muy bien cómo sacan tiempo para alimentar su pasión. Supongo que con una dosis elevada de tesón y sacrificio, que me hace pensar en aquella expresión de “tipos hechos de otra pasta”.
Imagino que los hermanos Buendía no son únicos y que habrá muchos tipos como ellos, dispuestos a que el boxeo siga ocupando una parte importante de sus vidas y de las de otros, aunque de vez en cuando haya que besar la lona.
A mí me parece que la historia de estos hermanos y la de otras gentes son de interés para el resto de la sociedad; del mismo modo que pienso que el boxeo debería ocupar un espacio en la sección deportiva de los medios de comunicación, audiovisuales y escritos, del que en un alarde de hipocresía hoy no dispone.
El País es uno de esos medios de comunicación que no informa sobre el boxeo, pero al menos lo reconoce y no se esconde: “El periódico no publica informaciones sobre la competición boxística, salvo las que den cuenta de accidentes sufridos por púgiles o reflejen el sórdido mundo de esta actividad. La línea editorial del periódico es contraria al fomento del boxeo, y por ello renuncia a recoger noticias que puedan contribuir a su difusión”. Principios. Política Editorial 1.4. EL PAIS, Libro de Estilo, junio 1990.
A mí como lector de El País, viejo lector, me gustaría que cambiase esta política informativa, que además contrasta con la de otros medios del grupo Prisa, basta recordar que Canal Plus emitía combates de boxeo. Y también me gustaría que el resto de medios de comunicación que discriminan el boxeo, no lo hicieran, porque a pesar de lo que pueda parecer y puedan creer o desear algunos, lo que no se ve, también existe.
Ilustración: "Panamá", de Eduardo Arroyo

1 comentario:

  1. en efecto, sufre un ko, pero el boxeo siempre es en si un boxeador que se levanta, precisamente porque que es parte de la esencia del hombre, nos iguala a todos y saca lo peor y lo mejor de nosotros para hacerlo deporte, gracias por pensar en boxeo

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