martes, 11 de febrero de 2020

Estandarte de la nada

Jaén se mueve. Esa es al menos la sensación que dan las protestas de los últimos días y las conversaciones en la calle. Como si hubiera tocado definitivamente fondo y no quedara más remedio que reclamar. No es por ser un aguafiestas, pero yo tengo la sensación de que más que moverse, pivota sobre sí misma. 
Sin industria, sin comunicaciones, sin relevo generacional en el campo, con los intermediarios propiciando pagos de miseria al productor y el abuso de la distribución, con la amenaza de la subida del gasóleo agrícola y con los precios del aceite de oliva por los suelos, en el límite de los dos euros (1,94, según Poolred), Jaén es hoy sinónimo de ruina. Estandarte de esa España olvidada que va de boca en boca para acabar en nada. 
Ni los cambios en Madrid, ni el relevo en Sevilla presagian tiempos nuevos para esta tierra. Con políticos más preocupados por su futuro personal que por el hoy y el mañana de esta provincia. 
El PP de Jaén carece de peso en los centros de decisión. Desde Sevilla se sigue mirando con recelo a unos dirigentes provinciales que nunca han escondido su oposición al actual presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno. Recuerden el último esperpento, apear de la candidatura al Congreso de los Diputados a la número uno, María Luisa del Moral, una candidata con formación y prestigio profesional, para poner en su lugar al alcalde de Santisteban y presidente provincial, Juan Diego Requena, y situar de portavoz en la Diputación provincial al ‘exilado’ Contreras. Tú a Madrid y yo, a la plaza de San Francisco. 
De Ciudadanos, perdida su efímera diputada en el Parlamento español y de comparsa en San Telmo, nada cabe esperar, salvo la disputa de los despojos y una previsible depuración electoral en las consultas venideras. 
Y en el PSOE reina la incógnita ante el advenimiento del ‘postsusanismo’. Ahora todos son ‘sanchistas’, pero en Sevilla algunos no olvidan el apoyo de Reyes a la expresidenta. Y el emergente Felipe Sicilia lo mismo sirve para agitar fantasmas en San Vicente que en la calle Hurtado. Lo tiene todo, dicen sus partidarios, juventud, discurso, sale en la tele y está sentado a la mesa del padre. La duda es sí con esos avales en lugar de retornar no debería quedarse en Madrid, a susurrarle al presidente desde la cercanía el nombre de Jaén. 
Teruel existe. Jaén, tal vez.

 Mi artículo para SER Úbeda (Multimedia jiennense), del 10 de febrero de 2020.

No hay comentarios:

Publicar un comentario