Dicen que la verdad es la primera víctima de una guerra. He recordado esta sentencia al conocer la noticia de que Iñaki Gabilondo abandona los informativos de Cuatro y pasa a CNN+.
La fusión de Cuatro y Tele 5 no es una guerra y sin embargo, tengo la impresión de que se ha cobrado en Gabilondo a su primera víctima. Ya sabemos que a Berlusconi, il nuovo ducce, no le gustan las verdades del barquero, ni las de La Reppublica, L’Unita, y RAI 3 en Italia, ni las del Grupo PRISA en España, en especial las de El País, y en cantar esas verdades, aunque algunos duden, Gabilondo es un maestro.
Cebrián, obligado por la mala situación económica de PRISA resultado de su gestión, ha entregado el mando a Berlusconi y temo que la lista de la vendetta de éste será extensa y estoy convencido de que además entre los damnificados ocupará un lugar de privilegio la actual audiencia de Cuatro.
Los informativos de un cadena de televisión sirven además de para informar para fijar su línea editorial. El informativo de Gabilondo en Cuatro, con impronta de autor, era inequívoco en ese aspecto, gracias a sus breves y magistrales editoriales.
La pérdida es irreparable, porque la experiencia de su relevo al frente del matinal Hoy por Hoy en la Cadena SER nos demuestra que no hay recambio con garantías.
Con la ausencia de Gabilondo nos privan de una mirada única y un estilo propio para acercarnos a las noticias diarias y de un profesional que impartía magisterio con sus editoriales y sus entrevistas; una enseñanza impagable para cualquier estudiante de Periodismo y un espejo en el que mirarse para cualquier avezado periodista.
Su salida nos condena a la orfandad de esa forma de concebir la información y también nos hará menos libres, porque las verdades del barquero mutarán a cantos de sirenas. Al tiempo.
La fusión de Cuatro y Tele 5 no es una guerra y sin embargo, tengo la impresión de que se ha cobrado en Gabilondo a su primera víctima. Ya sabemos que a Berlusconi, il nuovo ducce, no le gustan las verdades del barquero, ni las de La Reppublica, L’Unita, y RAI 3 en Italia, ni las del Grupo PRISA en España, en especial las de El País, y en cantar esas verdades, aunque algunos duden, Gabilondo es un maestro.
Cebrián, obligado por la mala situación económica de PRISA resultado de su gestión, ha entregado el mando a Berlusconi y temo que la lista de la vendetta de éste será extensa y estoy convencido de que además entre los damnificados ocupará un lugar de privilegio la actual audiencia de Cuatro.
Los informativos de un cadena de televisión sirven además de para informar para fijar su línea editorial. El informativo de Gabilondo en Cuatro, con impronta de autor, era inequívoco en ese aspecto, gracias a sus breves y magistrales editoriales.
La pérdida es irreparable, porque la experiencia de su relevo al frente del matinal Hoy por Hoy en la Cadena SER nos demuestra que no hay recambio con garantías.
Con la ausencia de Gabilondo nos privan de una mirada única y un estilo propio para acercarnos a las noticias diarias y de un profesional que impartía magisterio con sus editoriales y sus entrevistas; una enseñanza impagable para cualquier estudiante de Periodismo y un espejo en el que mirarse para cualquier avezado periodista.
Su salida nos condena a la orfandad de esa forma de concebir la información y también nos hará menos libres, porque las verdades del barquero mutarán a cantos de sirenas. Al tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario