domingo, 28 de mayo de 2017

Sin fondos

Habrá quienes crean que nos ha mirado un tuerto y que por eso Jaén acaba de perder 15 millones de euros para proyectos en la ciudad. 
Esa es la cantidad que se van a llevar las otras 7 capitales andaluzas de los fondos FEDER al Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado (DUSI), el antiguo Plan Urban. ¿Quién podrá estos nombrecitos y la correspondiente abreviatura? 
15 millones de euros para todas menos para Jaén. Salta a los ojos que no es una cuestión de vista, es pura incompetencia, incapacidad y el mínimo esfuerzo. Como los malos estudiantes renunciamos a la primera convocatoria y lo fiamos todo a la segunda. Y hemos suspendido. 
Según palabras del alcalde Javier Márquez cuando se solicitaron los fondos jugábamos “al todo o nada”. Ahora hemos pasado al “no es imprescindible, cualquier equipo de gobierno que se precie tiene dos planes”. 
La realidad es que no tenemos un equipo de gobierno que se precie y ha salido nada. El ayuntamiento es una ruina y además pinchamos en hueso con el gobierno de Madrid y con el ministerio de Cristóbal Montoro, ese jiennense que nos cambió por Sevilla. 
De una de sus secretarías de Estado no has venido la mala nueva. Y de nada le ha servido a Jaén que otra de ellas la ocupe el anterior alcalde de la ciudad, que a lo que se ve ni siquiera le ha explicado a sus ex concejales cómo rellenar los papeles. No hay peor cuña que la de la misma madera. 
Es cierto que Fernández de Moya ha sido un pésimo alcalde para Jaén, entre otras cosas porque nunca quiso ser alcalde y le quemaba el asiento. Pero al menos podía utilizar la Secretaría de Estado para algo más que venir de visita los fines de semana para hacer declaraciones inocuas y salir en la foto.
Quedan en el aire, entre otros, el proyecto de semipeatonalización del centro, la construcción de 800 plazas de aparcamiento, la puesta en servicio del tranvía, las inversiones en los barrios más vulnerables socialmente y la apuesta por energías limpias en los edificios municipales. 
Algún visionario bautizó al proyecto como “Jaén hábitat 2023”. Sería por aquello de la política ficción. Ahora con el anuncio del BOE la ciudad del futuro parece una precuela de la apocalíptica Mad Max. 
¡Al suelo, que vienen los nuestros!

Artículo emitido en SER Jaén, "La Colmena", el 25 de mayo de 2017.

sábado, 20 de mayo de 2017

Miguel Hernández, una oportunidad para Jaén

La declaración de 2017 como Año Miguel Hernández, coincidiendo con el 75 aniversario de su muerte en la cárcel de Alicante, puede ser un punto de partida para impulsar la cultura en Jaén o puede ser otra oportunidad desaprovechada.
La presencia de Miguel Hernández en Jaén se reduce a su estancia de tres meses, de febrero a mayo de 1937, como comisario cultural para dirigir la revista de carácter bisemanal y adscripción comunista “Frente Sur”, editada por Altavoz del Frente y con domicilio en la calle Llana n.º 9 de la capital jiennense. 
Pero sus vínculos con esta tierra van más allá; su matrimonio con la quesadeña Josefina Manresa; su obra, por supuesto con el poema “Aceituneros” (publicado en el n.º 1 de “Frente Sur”), que ha terminado convirtiéndose con acierto en himno provincial, y con poemas como “Jornaleros” o “El incendio” (publicados en otros números de la misma revista) o por sus crónicas de guerra, entre las que destacan la del bombardeo de la capital jiennense por aviones alemanes e italianos, cumpliendo órdenes directas de Queipo de Llano y previo al universalmente conocido bombardeo de Guernica/Gernika (Jaén no tuvo la fortuna de que esta barbarie fuera inmortalizada por Picasso), y la del asalto al Santuario de la Cabeza¹.

Legado de Miguel Hernández 

Y como no, por su legado, unos 5.800 registros bibliográficos (primeras ediciones, manuscritos, folletos, partituras, prensa histórica o grabaciones, entre otros objetos) y 26.600 imágenes depositados en el Instituto de Estudios Giennenses (IEG) y que se han constituido en el embrión del Museo Miguel Hernández y Josefina Manresa, ubicado junto a la pinacoteca del pintor Rafael Zabaleta, en Quesada. 
Hay que reconocer y aplaudir el trabajo y los reflejos de la Diputación provincial de Jaén en 2012 y la implicación de su presidente, así como la del alcalde de Quesada, para negociar primero la cesión en forma de alquiler del legado de Miguel Hernández y después lograr su adquisición con el beneplácito de los herederos del poeta y ante el injustificable abandono y desidia por parte del Ayuntamiento y la Diputación provincial de Elche, gobernadas por el Partido Popular. 
Es una pena que hoy todavía siga vigente el sectarismo y haya políticos y formaciones políticas que antepongan la ideología de muertos y vivos a su contribución a la cultura, a la ciencia o a cualquier otra disciplina. Por cierto, el mismo sectarismo que en 2009 impidió en Sevilla impartir una conferencia sobre el escritor falangista Agustín de Foxá. 
También está en el haber de la Diputación Provincial, a través del IEG y con la editorial Espasa, la publicación de la obra “DE NOBEL A NOVEL. Epistolario inédito de Vicente Aleixandre a Miguel Hernández y Josefina Manresa”². Y la organización de jornadas, seminarios, exposiciones y otras actividades culturales relacionadas con el poeta y su legado.

Difusión y pedagogía 

Es una tarea fundamental y en este caso, bien hecha; pero es insuficiente. Hay que difundir el legado de Miguel Hernández, por supuesto, y también el de aquellos otros que nacieron en esta tierra o que como el de Orihuela pasaron por ella y dejaron huella, como Antonio Machado o San Juan de la Cruz, por poner dos relevantes ejemplos. Y esa difusión hay que hacerla para que nos conozcan en otros territorios y nos visiten y puedan acceder a esa riqueza cultural que alberga la provincia de Jaén, pero es imprescindible una labor pedagógica con los de aquí, especialmente con los más pequeños y más allá del proyecto ‘Semana Escolar con Miguel Hernández’ desarrollado desde 2014. 
En esa empresa es necesaria la implicación de la Administración, central y autonómica. Es cierto que tanto el presidente del gobierno de España como la presidenta de la Junta de Andalucía no se caracterizan precisamente por su inquietud cultural y desde luego se les recuerdan pocas intervenciones o actos con la cultura como prioridad; sirva como muestra el finalizado Año Cervantes en 2016. De hecho la cultura sufre el mismo maltrato gubernamental que la educación y la sanidad, pero al menos nuestros gobernantes no debieran ignorar su influencia en el ámbito económico, en aspectos como la dinamización turística y la generación de empleo. 
La Diputación provincial de Jaén carece de competencias en el ámbito educativo, pero sería deseable que de alguna forma influyera en las Consejerías de Educación y Cultura para que los centros educativos de la provincia cuenten con un itinerario cultural que les lleve a conocer ese legado, mayor y más variado de lo que muchos imaginan. 
Me parece fantástico que los escolares jiennenses visiten el Parque de las Ciencias de Granada, ¡faltaría más!, pero no es de recibo que se repita visita en detrimento de otros posibles destinos como los mencionados museos de Zabaleta y Miguel Hernández y Josefina Manresa en Quesada (incluida esa maravilla natural que es la Cueva del Agua); las ciudades patrimoniales de Úbeda y Baeza (con visitas al aula donde impartía clase Antonio Machado o a los talleres de los maestros ceramistas de la familia Tito); el propio Museo Provincial de Jaén o el de Francisco Cerezo en Villargordo; la muralla ciclópea de Ibros; el yacimiento de Cástulo o la casa-museo de Andrés Segovia en Linares; la Cámara de Toya en Peal de Becerro o las pinturas rupestres de Aldeaquemada o de la Sierra de Segura. ¿Cuántos de esos escolares sabrán quién es San Juan de la Cruz y que un manuscrito de “Cántico espiritual”, declarado Bien de Interés Cultural (BIC), se encuentra en el Convento de las Carmelitas Descalzas de Jaén?, ¿cuántos de esos escolares sabrán que la reina Isabel la Católica descansó varias jornadas en el convento de San Antonio de Baeza tras las Capitulaciones de Granada?, ¿cuántos de esos escolares sabrán…? 
La cultura es presente y futuro sin renunciar al pasado. Y Jaén no puede seguir perdiendo oportunidades. El Año y el legado del poeta son inmejorables cimientos para generar un proyecto y una oferta cultural que contribuyan a despertar a esta provincia. 
Como escribiera Pablo Neruda³ “recordar a Miguel Hernández que desapareció en la oscuridad y recordarlo a plena luz, es un deber de España, un deber de amor. Pocos poetas tan generosos y luminosos como el muchachón de Orihuela cuya estatua se levantará algún día entre los azahares de su dormida tierra”. 
La estatua del poeta se levantará entre azahares. Y su legado ha de florecer entre olivos.



¹. Hernández, Miguel. “Crónicas de la Guerra Civil. Un poeta en el frente”. Editorial Sol 90 para Diario Público. 2009. 
². “DE NOBEL A NOVEL. Epistolario inédito de Vicente Aleixandre a Miguel Hernández y Josefina Manresa”. Edición de Jesucristo Riquelme. Espasa Libros, Instituto de Estudios Giennenses/Diputación Provincial de Jaén. 2015. 
³. Neruda, Pablo. “Mensaje para Miguel Hernández”. París, 1960. Reproducido en el n.º 575 de la revista “Triunfo”. Octubre de 1973. 

 
Artículo publicado en el blog "En Jaén donde resisto", el 17 de mayo de 2017.

lunes, 15 de mayo de 2017

La embriaguez de los datos

Ha terminado Expoliva. Y antes de la última jornada ya teníamos una catarata de datos de esta edición. Ha sido un éxito. Algo de lo que no teníamos duda. 
Jaén es el principal productor de aceite de oliva del mundo y Expoliva se ha convertido en cita obligada del sector y referente mundial. 
Pero los datos por sí solos no significan mucho, son meros indicadores. Se calcula que han pasado por la feria unas 54.000 personas, un 11 por ciento más que en la anterior edición. 
Han participado 37 empresas internacionales, 6 más que hace dos años. 62 países, incluidos los 57 países productores de aceite de oliva del mundo. Y el simposium científico-técnico ha contado con más de 1.700 inscritos y 224 ponencias, mejorando también las cifras anteriores. 
Estaremos de acuerdo en que eso no es más que la envoltura, los objetivos de Expoliva son el negocio y la difusión del sector oleícola; contribuir a consolidar la cultura del olivar y el aceite de oliva. 
En la feria se han registrado 703 encuentros comerciales, con la participación de 60 empresas de Jaén, cuyos resultados se sitúan en el ámbito de las expectativas. 
Y ha habido 115 medios de comunicación y 385 periodistas acreditados. Pero más allá de la prensa local y especializada, ¿puede decirme alguien cuántos informativos nacionales de televisión y radio ha abierto Expoliva? ¿cuántas informaciones sobre Expoliva han ofrecido esos noticiarios? ¿cuántas portadas de periódicos nacionales recogían la celebración de la feria o cuánto espacio han dedicado en sus páginas interiores a la misma? 
¿Y qué imagen de Jaén se llevan los participantes en Expoliva? Seguimos teniendo una oferta insuficiente de plazas hoteleras, déficit en comunicaciones, no hay conexión desde la autovía y solo un acceso de entrada y salida al recinto ferial, pocos aparcamientos, autobuses que incumplen el horario, ausencia de carril específico para el transporte público…, y eso si, en algunos momentos, más políticos que olivareros. 
No basta con el futuro pabellón y sus aparcamientos. Es urgente replantearse estas cuestiones y otras, como por ejemplo celebrar el simposium científico en otra fecha para que no se diluya o minusvalore.
Cuidado, frenemos la euforia y la embriaguez de los datos. No vayamos a morir de éxito.

Artículo emitido en SER Úbeda, el 15 de mayo de 2017.

viernes, 12 de mayo de 2017

De ferias

Son tiempos de ferias. Y no me refiero a esa feria de vanidades Guadalquivir abajo, a esa feria permanente en que se ha convertido el PSOE o a esa otra feria del PP provincial en su elección de presidente. 
Me refiero a la gran Feria del Aceite de oliva e industrias afines, Expoliva, y a la Feria del Libro que se están celebrando en Jaén. 
Expoliva no necesita presentación ¿quién iba a decir hace 18 ediciones que esta muestra se iba a convertir en una cita mundial y en un referente para el sector? 
Si ese sector tuviera el empuje y la convicción de quienes apostaron por esta feria y la han convertido en lo que es, esta provincia no sería la gran olvidada de Andalucía y tierra de paso para el resto de España. 
Jaén no puede vivir solo del olivar, pero al menos debía vivir de él. Quizás estemos a tiempo todavía. Aunque me temo que los años perdidos entre las piedras lunares son irrecuperables. Producción de calidad, comercialización, turismo…, hemos tardado tanto. 
Y la Feria de Libro, en el año de Miguel Hernández, ha vuelto a la calle. Que es donde debe estar. Los libros, el arte, la cultura al alcance de todos. El conocimiento frente a la ignorancia, el clientelismo y los prejuicios. Y para acabar con ese Jaén estancado; ese Jaén ensimismado que no ve más allá del cerro de Santa Catalina, porque tampoco quiere ver. 
Ambas ferias son ya una tradición. Pero que bueno sería también convertir en tradición la lectura y a Jaén en un referente cultural. Por sus poetas, sus pintores, sus artistas, por tanto creador, por el talento tantas veces menospreciado, ignorado y obligado a migrar. 
Que bueno sería, como escribe el jiennense Antonio Muñoz Molina, “adherirnos a la gran tradición ilustrada de la libertad de expresión, el pensamiento crítico, el debate abierto y libre, el gobierno de las mayorías, el imperio de la ley, el respeto y la protección a las minorías y a los derechos individuales”. 
Que bueno sería no solo reivindicar “los ideales ilustrados y laicos” sino alcanzarlos. 
Y sí, para los perseguidores de cualquier nacimiento, he visitado la feria en la lonja de Diputación y he comprado un libro, un poemario del también jiennense Manuel Lombardo, “Noemas y nademas”, que no es nadería. Como no debiera serlo Jaén.
 
Artículo emitido en SER Jaén, "La Colmena", el 27 de abril de 2017.

viernes, 5 de mayo de 2017

Reminiscencias del adiós del artista

Estos primeros días de mayo traen un negro aniversario y un soplo de hondo pesar. Cuesta creer que ya ha pasado un año. Pero no hay duda, fue un 4 de mayo de hace un año cuando la noticia recorrió Facebook y convirtió el muro en heraldo de muerte. David Padilla había muerto.
Recuerdo el mensaje de Miguel Dávila, el escalofrío, la incredulidad y la necesidad, esperanza o clavo ardiendo al que asirse para que aquella mala nueva fuera un bulo más en las redes sociales. No fue así. Y en pocos minutos la noticia de la pérdida se confirmó. El pintor jiennense David Padilla nos había dejado. 
La muerte no entiende de vueltas atrás, así que cuando saluda siempre es la antesala de un adiós. Podemos mitigar el dolor de la despedida con la convicción de que un artista no se va definitivamente, de que le sobrevive su obra porque de una forma u otra habita en ella, pervive en ella. Y también, en el recuerdo de los que le conocieron.
Así que David o algo de él permanece en el lienzo, en la tabla o en el papel; en la pincelada, en el trazo, en las formas y en los colores. Sus manos, su mirada, sus gestos perduran en un todo o en una parte de cada una de sus obras. 
David, maestro de artistas y maestro de vida, pintaba la ciudad, pintaba a sus gentes y eso es también una garantía de que su presencia no se ha borrado, de que sigue habitando en muchos rincones de este Jaén tan aletargado y tan ingrato con aquellos que le han querido bien. No basta con pervivir en el recuerdo de los suyos y de los que le conocieron, es necesario preservar al artista y a su legado públicamente para que no caiga en el olvido.
Hay personas a las que no se les puede devolver en la cuantía que ellas han dado y David era una de esas personas. No tengo dudas de que sin él y de los que son como él todos perdemos y esa orfandad hace que la vida sea más inhóspita y esta ciudad, si cabe, un poco más gris. 
La tristeza, las lágrimas y las palabras van de la mano de la reminiscencia de aquel 4 de mayo. Para mi David siempre estará en la mirada del poeta, en su cuadro de Antonio Machado. Y ahora lo sigo imaginando en esa alameda con aquellos a los que amábamos y le precedieron en la partida. Con aquellos que siempre tienen lugar en la memoria y en el corazón.