viernes, 30 de julio de 2010

El resplandor de la familia Couso

La esperanza es la única luz que alumbra el camino de aquellos que sin perderlo todo han perdido lo fundamental. La familia de José Couso contempla ahora un resplandor que bien podría ser la antesala de la justicia.
El juez Santiago Pedraz, factoría Baltasar Garzón, encarna hoy esa esperanza y la perserverancia. Cuando algunos se empeñan en “jibarizar” la justicia universal, Pedraz está dispuesto a pelear porque la justicia se abra camino y porque los que aprietan el gatillo cobrándose la vida de inocentes se sienten en el banquillo más allá de fronteras y banderas.
Nadie puede negar que la justicia, nacional o internacional, es lenta. Y a esa lentitud se puede añadir una catarata de adjetivos que sin duda expresarían la exasperación a la que nos lleva esa demora injustificada de aplicar la justicia, siempre basada en las garantías de los presuntos culpables y nunca depositaria de los derechos de las víctimas.
Las armas hablan. Y a pesar de los años transcurridos parece imperar la vieja ley del Oeste y aquella irracional máxima de primero disparar y después, preguntar. A nadie escapa que algunos soldados estadounidenses tienen una tendencia casi natural y aberrante que les lleva a no distinguir entre civiles y militares cuando se trata de disparar. Y por desgracia desde España podemos poner nombres y apellidos a esa tendencia: Juantxu Rodríguez, en Panamá; Ricardo Ortega, en Haití, y José Couso, en Iraq.
Lo he comentado con anterioridad, soy reticente a escribir sobre Couso por pudor y por respeto. Pero, siempre hay un pero, ayer el juez Pedraz solicitó el encarcelamiento de los 3 soldados estadounidenses presunta y previsiblemente responsables de la muerte del camarógrafo de Tele 5 y del también cámara de Reuter, el ucraniano Taras Protsyuk. Y esa orden de busca, captura e ingreso en prisión, manteniendo el pudor y sobre todo el respeto, es una invitación a la creencia de que a pesar de los 7 años transcurridos desde la muerte de ambos en el Hotel Palestina de Bagdad, los responsables pagarán con la ley en la mano por sus crímenes. No se pueden mantener distintas medidas, dobles raseros, para enjuiciar a los culpables o no, dependiendo de origen o procedencia. Nos pueden gustar o no, pero las leyes y la aplicación de las mismas nos distinguen, entre otras cosas, de las bestias. Aunque podamos catalogar como bestias a aquellos que aprietan el gatillo u ordenan apretarlo.

jueves, 29 de julio de 2010

Achicharrados

Quizás a fin de cuentas la vida sea eso, disfrutar un instante como si durara siempre. Perder el sentido de lo efímero para ganar la fantasía de lo eterno. Y en hacer acopio de esos instantes "eternos", para convertirnos en coleccionistas de momentos "perennes". Aún a sabiendas de que nada es para siempre.

No es fácil, porque dedicamos mucho tiempo a bajar a los infiernos y muy poco a cruzar el paraíso. Hay descensos que duran una vida, del mismo modo que hay vidas que no son más que una estancia en el infierno. Y entre bajadas y estancias se nos va la vida. Achicharrados.

jueves, 22 de julio de 2010

Antón, el clown

Mi trabajo me ha permitido y me permite conocer a personas a las que probablemente no tendría acceso si me dedicara a otro trabajo. Algunas de esas personas son prescindibles, pero otras pasan a engrosar un álbum o un archivo imaginario que permanece para siempre junto a mí y constituye una parte de mi propia vida.
Ayer conocí a una de esas personas, aunque ha sido hoy cuando realmente hemos conversado y por tanto, hemos abierto la puerta del mutuo conocimiento. Es actor y payaso, aunque él prefiere utilizar el término clown. Es murciano, como mi amigo librillanico Antonio Rodríguez, y se llama Antón Valén.
Les contaré que era sordomudo y que aprendió a hablar. Que no le gusta que le recuerden constantemente que fue uno de los clowns elegidos para participar en el año 2002 en el espectáculo “Alegría”, del Circo del Sol (Cirque du Soleil), y se quedó hasta 2007 tras una exitosa gira mundial, y que tampoco le gusta que le digan que es uno de los mejores payasos del mundo.
Ahora se dedica a enseñar a otros a ser payasos y su empeño es crear una Escuela del Comediante. En esta vida de lágrimas, él apuesta por la risa y por enseñar a otros a reír y a hacer reír. Dice que es un privilegio dar clase, aunque yo creo que los privilegiados son los depositarios de sus enseñanzas.
Hemos hablado de circo, de literatura, de la Iglesia, de ciudades como Murcia, Baeza y Úbeda, de conventos y monasterios, de oficios y artesanos… de cosas sencillas de la vida. Y hablando con él, he recordado que hace algunos años en la ciudad que habito conocí a un joven, preso por trapichear con drogas. Fue a la primera persona que escuché cara a cara expresar con orgullo su condición de payaso. Había aprendido a ser payaso en la Ciudad de los Muchachos. Trabajó en varios circos, pero llegaron los malos tiempos y muchos de esos circos desaparecieron. Perdió su empleo, y la desesperación le llevó al menudeo y éste al talego. Cuando le conocí estaba a punto de cumplir su condena y salir en libertad. Nunca volví a saber de él. Luego el circo recuperó su esplendor y las carpas volvieron a deslizarse por las carreteras y a recortar los cielos de las ciudades. Me gusta pensar que la vida volvió a sonreírle y está en una de esas carpas tras una cara pintada y una nariz roja.
Antón Valén termina mañana de impartir el taller “El actor frente al clown”, en la Escuela de Teatro de la UNIA. Dice que hace 10 años visitó el Palacio de Jabalquinto de Baeza y se dijo que algún día daría clase allí. Lo ha logrado, aunque el privilegiado he sido yo. He conocido a un actor y payaso que va por la vida sin prisa, con la humildad y la sonrisa como tarjeta de presentación, con la convicción de que las cosas vienen cuando uno menos las espera y de que lo único que podemos hacer para lograrlas es dar lo mejor de nosotros mismos y hacerlo con pasión.
A partir de hoy, antes de llamar payaso a alguien, lo pensaré bien.

martes, 20 de julio de 2010

La RaRa

Hace años que nuestros caminos se cruzaron. Dice que no tiene hijos, pero desde que la conozco no ha dejado de alumbrar criaturas.
En varias ocasiones he estado tentado de escribir un artículo sobre ella, pero soy conocedor de su pudor y consciente de que no le agradan los halagos. Así que aunque sea merecedora de ese artículo y de esos halagos, los pospondré una vez más.
Rakel Rodríguez es escritora y editora. Sabiendo de la dificultad para muchos autores, incluida ella, de publicar sus obras, se lanzó a la aventura editorial y creó Ediciones RaRo. Una apuesta romántica, frenética y limítrofe con la locura en un país en el que la cultura, sobre todo la que surge al margen de la “oficialidad”, está bajo sospecha.
Eso no le ha impedido publicar varios libros, de autores e ilustradores noveles y de algún autor consagrado, como el poeta jiennense Manuel Lombardo.
Ediciones RaRo está donde ella va. Valladolid, Granada, Jaén, Cabo de Gata… Y ahora, desde Hong Kong, nos llega su última criatura. Una revista, La RaRa, ideada en España y ultimada en la antigua colonia británica.
En origen, una publicación periódica de artículos y colaboraciones, en la que había reservado un apartado para la literatura y para la que echó mano de algunos de sus habituales “raros”, entre los que me hallo.
Al final, La RaRa es una revista literaria, cuyo primer número ha resultado ser un puente que cruza el Atlántico; desde España a Cuba, con parada en Matanzas. Y que se estrena con la publicación de 2 inéditos del escritor cubano Pedro Juan Gutiérrez.
En diciembre de 2009 o enero de 2010, no recuerdo la fecha con precisión, Rakel me pidió dos artículos para su revista. Uno, generalista (que no tiene cabida en la revista, dado el magnífico rumbo tomado), y otro, sobre libros. Escribí este último sobre el escritor cubano Abilio Estévez. Sin saber entonces que se incluiría en una publicación dedicada a la literatura de ambos lados del Atlántico, y en particular en un número sobre la Isla.
El periodismo y la Isla son dos pasiones en mi vida. De modo que al recibir ayer la revista y ver que abordaba la literatura cubana sentí una enorme alegría por participar en este proyecto. Sin embargo, al conocer su contenido y a las personas que participaban en ella, me he sentido abrumado y descolocado. Nunca soñé o imaginé compartir las páginas de una publicación con autores de esta talla y calidad. Ahora todos somos “raros” y La RaRa es nuestra casa común. Visítenla. Serán bienvenidos.

lunes, 19 de julio de 2010

Cubaneando


A la vuelta de la esquina, la vida puede sorprenderte. Y en ocasiones, ni siquiera hay que doblar la esquina. Es cuestión de saber elegir el momento y el lugar. Y el sábado era uno de esos días en que la correcta elección era garantía de una sorpresa memorable.
Ocurrió en la provincia que habito, en Alcalá la Real, en una nueva edición, y van 14, de Etnosur, los Encuentros Étnicos en la Sierra Sur. Podría hablarles de la perfomance “Los libros arden mal”, de Manuel Rivas, una fusión de música y literatura. Un poco larga, a mi juicio, pero una delicatessen para paladares finos, y un buen entrante para lo que vendría después como plato del chef, una muestra inolvidable del mejor repertorio interpretativo de la música cubana.
Pasadas las doce y media de la noche, ya en la madrugada del domingo, los músicos de Cuban Sound Project ocuparon el escenario. Una orquesta cubana, al más genuino estilo de una big band, y heredera de las grandes orquestas cubanas como la Aragón, de conjuntos como el de Arsenio Rodríguez o el de Miguelito Cuní y Chapottín e incluso del legado del Bárbaro del Ritmo, Benny Moré, y más recientemente, de Adalberto y su son o de Los Van Van, de Juan Formell.
Y acompañada de Pancho Amat, el maestro del tres cubano, y con la presencia de Reinaldo Creagh, que a sus 92 años y pese a disolver La Vieja Trova Santiaguera, por la avanzada edad de sus componentes y su negativa a seguir viajando, ha cruzado de nuevo el charco para ofrecer su inigualable versión de “El paralítico”, del Trío Matamoros, con pasos de baile incluidos (puede que sea su última gran aparición sobre un escenario).
De este lado del Atlántico, el pirata Santiago Auserón, más Juan Perro que Auserón, que rindió emotivo recuerdo a grandes de la música tradicional cubana como Faustino Oramas “El Guayabero” o Francisco Repilado “Compay Segundo”; y la siempre inolvidable Carmen París, interpretando un solo al piano, dentro de la más pura tradición cubana, y ofreciendo ese dúo irrepetible con Auserón para interpretar “25 años”.
Metales, tumbadoras, piano, el tres de Amat…. Descarga incluida como fin de fiesta. Un recorrido, con excepciones, alejado de los temas clásicos de la música cubana, pero rindiendo culto a las variadas formas de interpretación de los maestros cubanos, tanto en la instrumentación como en la interpretación.
Ya, ya se que son muchos los que piensan que la música cubana es sólo salsa y que incluso la confunden con lo que acompaña a muchos guisos, matando el sabor y disfrazando las materias primas. Pero también existen el danzón, el son, el cha-cha-chá la guajira o el guaguancó. Y degustarlo en Etnosur, fue cubanear.

domingo, 18 de julio de 2010

Fuego del Sur

El fuego del Sur diluye la memoria. Apaga los rescoldos de anteriores estíos. De modo que cada año se convierte en un nuevo infierno.
Sobrevivimos. Evidenciamos una vez más la capacidad de adaptación del ser humano al entorno. Y resistimos al aumento de los grados, convenientemente amplificados por los medios de comunicación; que convierten lo habitual en noticia, queriendo dotarlo de la condición de excepcional. Presos de esa disolución de la memoria y agarrados a la reiteración de sobrepasar los límites de los 40 grados, que no varían las condiciones climáticas, pero inciden de forma negativa en la percepción térmica.
Los días de fuego conducen a las noches infernales. Cuando la soledad de los pensamientos en la vigilia es el preámbulo de un averno de insomnio. No hay reposo.
Cuentan de pasiones que abrasan más que el sol. Cuando terminan, avivan una candela en las entrañas, que no se puede apagar nunca. Y abren heridas en el corazón imposibles de cicatrizar. Marcan el particular descenso a los infiernos y convierten en ilusión una estancia en el paraíso.
Esas brasas inundan los solitarios pensamientos de las veladas y se funden con la quemazón del estío. Es el fuego del Sur, que pese a la incandescencia amenaza con la oscuridad, en una tierra de hombres y mujeres de luz.

domingo, 4 de julio de 2010

Los munícipes de la cebolla

En la ciudad en que habito, gobernada por el PSOE e IU, se “puja” por una escoba de plata, pero no se paga a la gente de la cultura. Un impago que no impide seguir organizando eventos culturales, incluso con la gente a la que se adeuda dinero, y por tanto, seguir incrementando la cebolla (deuda).
La escoba de plata se supone que es un reconocimiento a la limpieza en una ciudad. Algo difícil de comprender ya que en los últimos 15 años esa supuesta limpieza brilla por su ausencia. Además, la concesión despide un peculiar tufo, ya que en ella juega un decisivo papel la empresa concesionaria del servicio de limpieza, a la que ¡sorpresa! se le adeuda un pico.
La deuda con la gente de la cultura es otra demostración de la falta de limpieza en la ciudad. Y la montaña de basura crece por días, igual que la lista de acreedores.
Algunos casos eran conocidos por denuncias esporádicas de los afectados o por conversaciones con amigos. Hasta hace unos días, cuando en la presentación del evento “Jazz entre olivos”, su director, Ángel Millán, alma máter de la programación jazzística jiennense en las últimas décadas, anunciaba delante del concejal de Cultura y en plena comparecencia de prensa su dimisión. El motivo de la misma, el impago a los músicos participantes en la edición del pasado año.
A raíz de esta denuncia y esta dimisión pública se ha producido un movimiento sísmico entre la gente de la cultura de la ciudad, un efecto simpatía, que entre otras cosas ha generado una corriente de denuncia en la red, como la creación de la plataforma en Facebook ¿Qué hay de lo mío? (http://www.facebook.com/home.php?#!/pages/Que-hay-de-lo-mio/114253981954563), que va camino de convertirse en la mejor agenda cultural de la provincia.
De seguir así, todo artista que se precie deberá padecer el estigma de damnificado por el Ayuntamiento. Porque comienza a ser difícil encontrar a un solo artista jiennense e incluso a algunos foráneos cuyos bolsillos no estén más aligerados de lo que debieran por la morosidad municipal.
La especie no es nueva. Ya era práctica habitual durante el anterior mandato municipal, cuando entonces era el PP el que gobernaba con mayoría absoluta. Se ve que en tierra de lagartos afloran los camaleones, y los ahora gobernantes municipales son maestros del mimetismo en el impago.
Frente a la cultura, apuestan por la verdura. Y ellos mismos se postulan como los munícipes de la cebolla.

viernes, 2 de julio de 2010

Cara de pescado

Recibí un correo electrónico por la mañana advirtiéndome del atraco a recibo armado. Así que al llegar a casa busqué la última comunicación de la compañía junto a los sobres del resto de la correspondencia. Había llegado el día anterior y estaba todavía sin abrir.
Lo abrí, miré el recibo, y es cierto. Ya saben eso de “a río revuelto…”. Yo nunca he creído tener cara de pescado. Pero la compañía, además de vernos cara de pescado, nos considera unos auténticos besugos, a los que puede pescar en sus redes sin oposición.
No es una cantidad grande para una economía familiar, de hecho la cuantía del robo no supera el 2 por ciento del importe de la factura. Pero deja al descubierto el modus operandi de estos depredadores y muy a las claras su inmoralidad. Sin olvidar que es un pingüe negocio, ya que la suma del 2 por ciento del monto de las facturas de todos los clientes de la compañía si es una enorme cantidad de euros.
No contenta con cobrar el ADSL más caro de Europa, a cambio de prestar un servicio exento de la calidad europea, Telefónica ha decidido embolsarse un dinero extra del bolsillo de sus clientes y aprovechando ese río revuelto y la ausencia de controladores ha aplicado la subida del 18 por ciento del IVA al coste del servicio consumido en junio, que se factura con fecha 1 de julio. Una aplicación con carácter retroactivo en toda regla.
Lo lógico sería que Telefónica devolviera el dinero cobrado de más, pero aún careciendo de dotes adivinatorias no yerro si aseguro que no lo hará. Confía en el desconocimiento de sus clientes, en nuestra escasa capacidad reivindicativa como consumidores y en nuestra pereza para reclamar.
Aún así, yo voy a reclamar. ¿Cómo pueden verme cara de pescado? ¡Soy un gato!

jueves, 1 de julio de 2010

El sacrificio de Fariñas

Guillermo Fariñas es un periodista cubano con apellido evocador de puro gallego. Un disidente del régimen de los hermanos Castro, cuya huelga de hambre reclamando la libertad de los presos políticos enfermos le ha situado en la antesala de la muerte. Una huelga de hambre que reanudó tras la muerte de otro disidente cubano, Orlando Zapata, enfermo por su estancia en las cárceles cubanas. De modo que su más que previsible muerte no va a ser la primera y tal y como pintan las cosas, ni la última.
Renunciar a la propia vida, en defensa de unas ideas, puede ser entendido como una soberana estupidez o como un acto de filantropía. Es obvio que implica un compromiso y una profunda convicción, aunque para los hermanos Castro no es más que un chantaje, ante el que por supuesto no piensan ceder.
La revolución muere justo en el momento de su triunfo. No es literal, pero es una máxima expresada por Guillermo Cabrera Infante en referencia a la revolución cubana y aplicable a cualquier otra. Lo que viene después es otro proceso y su desarrollo es por tanto distinto al propio proceso revolucionario.
Esa disparidad entre la revolución y el periodo posterior al triunfo de la revolución explica y avala la posibilidad de un cambio en los planteamientos y actitudes de aquellos que un día fueron revolucionarios y gobernantes los días posteriores. Si es evolución o involución es opinable, pero lo que no admite discusión es ese cambio de actitud.
El revolucionario y el disidente tienen varios elementos en común: luchan contra el poder establecido, reclaman libertad y un sistema político diferente al implantado y están dispuestos a dar su vida para lograr que su lucha y sus reclamaciones alcancen el éxito. Porque un revolucionario siempre es un disidente y un disidente aspira a convertirse en un revolucionario.
A la vista de la actualidad y la realidad cubana, los antiguos revolucionarios y los disidentes vigentes son incapaces de establecer roles distintos a los aprendidos y heredados. Así que la muerte sigue ocupando el espacio central de esa realidad cubana, y mientras los gobernantes dejan que la muerte sea el desenlace natural de las huelgas de hambre de los presos opositores, los disidentes continúan ofreciéndose para el sacrificio. El resultado es el inmovilismo y la inexistencia de vías alternativas para transformar esa realidad, lo que hoy en Cuba convierte en inútil la renuncia a la propia vida en defensa de unas ideas.