Hace años que nuestros caminos se cruzaron. Dice que no tiene hijos, pero desde que la conozco no ha dejado de alumbrar criaturas.
En varias ocasiones he estado tentado de escribir un artículo sobre ella, pero soy conocedor de su pudor y consciente de que no le agradan los halagos. Así que aunque sea merecedora de ese artículo y de esos halagos, los pospondré una vez más.
Rakel Rodríguez es escritora y editora. Sabiendo de la dificultad para muchos autores, incluida ella, de publicar sus obras, se lanzó a la aventura editorial y creó Ediciones RaRo. Una apuesta romántica, frenética y limítrofe con la locura en un país en el que la cultura, sobre todo la que surge al margen de la “oficialidad”, está bajo sospecha.
Eso no le ha impedido publicar varios libros, de autores e ilustradores noveles y de algún autor consagrado, como el poeta jiennense Manuel Lombardo.
Ediciones RaRo está donde ella va. Valladolid, Granada, Jaén, Cabo de Gata… Y ahora, desde Hong Kong, nos llega su última criatura. Una revista, La RaRa, ideada en España y ultimada en la antigua colonia británica.
En origen, una publicación periódica de artículos y colaboraciones, en la que había reservado un apartado para la literatura y para la que echó mano de algunos de sus habituales “raros”, entre los que me hallo.
Al final, La RaRa es una revista literaria, cuyo primer número ha resultado ser un puente que cruza el Atlántico; desde España a Cuba, con parada en Matanzas. Y que se estrena con la publicación de 2 inéditos del escritor cubano Pedro Juan Gutiérrez.
En diciembre de 2009 o enero de 2010, no recuerdo la fecha con precisión, Rakel me pidió dos artículos para su revista. Uno, generalista (que no tiene cabida en la revista, dado el magnífico rumbo tomado), y otro, sobre libros. Escribí este último sobre el escritor cubano Abilio Estévez. Sin saber entonces que se incluiría en una publicación dedicada a la literatura de ambos lados del Atlántico, y en particular en un número sobre la Isla.
El periodismo y la Isla son dos pasiones en mi vida. De modo que al recibir ayer la revista y ver que abordaba la literatura cubana sentí una enorme alegría por participar en este proyecto. Sin embargo, al conocer su contenido y a las personas que participaban en ella, me he sentido abrumado y descolocado. Nunca soñé o imaginé compartir las páginas de una publicación con autores de esta talla y calidad. Ahora todos somos “raros” y La RaRa es nuestra casa común. Visítenla. Serán bienvenidos.
En varias ocasiones he estado tentado de escribir un artículo sobre ella, pero soy conocedor de su pudor y consciente de que no le agradan los halagos. Así que aunque sea merecedora de ese artículo y de esos halagos, los pospondré una vez más.
Rakel Rodríguez es escritora y editora. Sabiendo de la dificultad para muchos autores, incluida ella, de publicar sus obras, se lanzó a la aventura editorial y creó Ediciones RaRo. Una apuesta romántica, frenética y limítrofe con la locura en un país en el que la cultura, sobre todo la que surge al margen de la “oficialidad”, está bajo sospecha.
Eso no le ha impedido publicar varios libros, de autores e ilustradores noveles y de algún autor consagrado, como el poeta jiennense Manuel Lombardo.
Ediciones RaRo está donde ella va. Valladolid, Granada, Jaén, Cabo de Gata… Y ahora, desde Hong Kong, nos llega su última criatura. Una revista, La RaRa, ideada en España y ultimada en la antigua colonia británica.
En origen, una publicación periódica de artículos y colaboraciones, en la que había reservado un apartado para la literatura y para la que echó mano de algunos de sus habituales “raros”, entre los que me hallo.
Al final, La RaRa es una revista literaria, cuyo primer número ha resultado ser un puente que cruza el Atlántico; desde España a Cuba, con parada en Matanzas. Y que se estrena con la publicación de 2 inéditos del escritor cubano Pedro Juan Gutiérrez.
En diciembre de 2009 o enero de 2010, no recuerdo la fecha con precisión, Rakel me pidió dos artículos para su revista. Uno, generalista (que no tiene cabida en la revista, dado el magnífico rumbo tomado), y otro, sobre libros. Escribí este último sobre el escritor cubano Abilio Estévez. Sin saber entonces que se incluiría en una publicación dedicada a la literatura de ambos lados del Atlántico, y en particular en un número sobre la Isla.
El periodismo y la Isla son dos pasiones en mi vida. De modo que al recibir ayer la revista y ver que abordaba la literatura cubana sentí una enorme alegría por participar en este proyecto. Sin embargo, al conocer su contenido y a las personas que participaban en ella, me he sentido abrumado y descolocado. Nunca soñé o imaginé compartir las páginas de una publicación con autores de esta talla y calidad. Ahora todos somos “raros” y La RaRa es nuestra casa común. Visítenla. Serán bienvenidos.
Leí en su día y todavía guardo una publicación de relatos con otros autores que adquirí en la Metrópolis.
ResponderEliminarJesús, eres el más rápido del mar de olivos, no había terminado de colgar el post y ya aparece tu comentario. No dejes de leer La RaRa, está ya a la venta en Metrópolis, en El Pósito y en el Deán y merece la pena. Salud.
ResponderEliminarCasualidad, a estas horas siempre estoy por aquí, y se me avisa de las actualizaciones de los contactos.
ResponderEliminarPues esto nuevo, mañana voy por él.
desde luego...
ResponderEliminarcontestaré con un proverbio chino: "para quien no sabe adónde ir, todos los caminos sirven". Afortunada yo por tener a gente alrededor que me presta su talento sin pedirme nada.
Pero pronto volveré a sacar el látigo...
un beso y gracias
De todas las rarezas, las más, es que tu no estuvieras ahí
ResponderEliminar;)
Eauphelia, veo que has vuelto con fuerza. Un bico.
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