martes, 25 de febrero de 2014

Andaluces de Jaén

El viernes se celebra un nuevo 28 de Febrero, Día de Andalucía. Mis peques me traen los versos de Miguel Hernández, “Aceituneros”, para aprenderlos y cantarlos en la fiesta del cole.
Eligen en el iPad la versión de Jarcha. A mí siempre me gustó más la de Paco Ibañez en aquel concierto en el Olympia de París. Escucho las dos versiones y me retrotraen en el tiempo a aquellos años en que respiraba sin apenas consciencia libertad.
Me veo sentado en la parte de atrás del R-12, oyendo las cintas de cassettes que engullía el ‘loro’, Jarcha, Quilapayún, Mercedes Sosa, Atahualpa, Chavelas Vargas, Serrat, Brassens, Llach, Labordeta, aquella doble de Paco Ibañez, la carabina 30 30 y el tren de Adelita (una vez en Portugal me compraron una de los Rolling y hasta me dejaron escucharla).
Recuerdo los mítines-fiesta del PCE. Aquel de Torrelodones, cuando Simón Sánchez Montero me firmó un posavasos o una servilleta con la hoz y el martillo en verde; cuando se oían las palabras de Santiago Carrillo, Ignacio Gallego, Nicolás Sartorius, Marcelino Camacho… y las de algunos delfines que luego mutaron en boquerones.
También recuerdo cuando se trasladaron a la Casa de Campo. Y aquel verano en Granada, con mi primo-tío Luli, Curro y el resto de sus amigos de las Juventudes Comunistas que escuchaban los vinilos de Dylan y de Víctor Jara. Los mismos con los que pasé un sábado entero unos meses más tarde en uno de aquellos mítines-fiesta de la Casa de Campo de Madrid.
Recuerdo las historias de lucha y compromiso de ancianos, contadas por ellos mismos con la emoción golpeándoles el pecho y humedeciendo sus ojos. Algunos llegados del exilio, otros de las cárceles y el ostracismo. Relatos de amor y desamor por la separación y desaparición de sus seres queridos. Vidas rotas. Y sin embargo, aún les quedaba luz en el rostro para soñar aquel tiempo de cambio que se anunciaba.
Y también recuerdo las banderas rojas y la tricolor, mezcladas con banderas de las distintas comunidades autónomas, algunas de las cuales no sabía en aquel momento ni a qué territorio pertenecían. Entonces aquellos trozos de tela tenían sentido y un significado.
Soy madrileño y me sentía madrileño, pero me gustaba, puede que hasta me enorgulleciera, escuchar aquellos versos de olivos y andaluces de Jaén; debía ser algo telúrico, la sangre y las raíces o simplemente la belleza de aquellas palabras del poeta que en pocas estrofas decían tanto.
Hoy aquellos versos son oficialmente la letra del himno de la provincia en que habito. Mis peques los cantan en el colegio para festejar un día que no hace mucho parecía impensable. Respiran libertad porque viven bajo un sistema democrático, pero este aire no es como aquel que yo respiraba cuando apenas contaba unos años más de los que tienen ellos ahora y cuando la posibilidad de cambiar el mundo parecía algo muy real. Quizás porque en aquel tiempos las mentiras eran inferiores en número y tamaño a la verdad.

sábado, 22 de febrero de 2014

75 años de exilio del hombre íntegro

Un año más puede ser mucho o poco tiempo. Pero es indiscutible que la suma de un año más otro acaba siendo demasiado tiempo. Así hemos llegado en 2014 a los 75 y si nadie lo remedia los años venideros alcanzaremos el 76, 77… y cuando contemos 80 volveremos a redondear la efeméride del exilio y muerte del poeta.
Continuará la tumba de Colliure en Francia como destino del peregrinaje de nostálgicos y soñadores y como símbolo del fin de un sistema de gobierno, la República Española, que contempló como los hijos que la sobrevivieron traspasaron las fronteras y como los restos de algunos de los más sobresalientes, Antonio Machado, Manuel Azaña, Luis Cernuda, Ramón J. Sender… reposan en otra tierra.
Yacerá el poeta universal, el hombre bueno, bajo el suelo de un país que le provocaba aversión y continuarán inamovibles los argumentos de detractores y defensores de su retorno, imponiendo un silencio apenas roto por voces de escaso eco.
Quizás sea el tiempo sabio y juegue con nostálgicos y soñadores. Y cuando nostalgia y sueños asemejen una pesadilla retorne el poeta de la mano de otra República como aquella a la que defendió.
O quizás sea el tiempo una losa más pesada que la de la tumba en tierra francesa y continúe sepultando la esperanza de aquellos vencidos, que no derrotados, y sus descendientes de hallar dignidad y justicia.
Siete décadas y media de exilio. Siete décadas y media de pérdidas aún sin recuperar. Prendidos del dolor y la luz de los versos en el bagaje espiritual, pero ligeros en la sabiduría y la existencia de un Juan de Mairena. Y huérfanos del hombre íntegro.



La muerte de Antonio Machado fue "la desaparición dramática de un hombre decente, de un poeta cabalmente vinculado a la propia historia vivida". "Supuso el enaltecimiento de un ejemplo imborrable desde una doble perspectiva humana y política. Machado fue un espejo de los españoles íntegros y su ideario social, su filosofía de la vida, su conducta como defensor de la República, su singularidad dialéctica, perduran como un verdadero paradigma", José Manuel Caballero Bonald (El Cultural, 21 de febrero de 2014).

viernes, 21 de febrero de 2014

Partidarios del alboroto

La calle habla. Y en ocasiones ruge. Y nunca lo hace a gusto de todos. Los partidarios del alboroto avivan el fuego con combustible. In situ o desde la distancia, incluso algunas veces con el micrófono o la pluma. Poco importa que el fuego tenga efecto purificador, porque su deseo es achicharrar personas, ideas y derechos al modo de aquellos otros no tan distintos que arrojaban con entusiasmo los libros a las llamas.
Los cobardes siempre necesitan algo o a alguien para esconderse, pero no ocultan su desprecio por aquellos que con su presencia y con la palabra defienden causas todavía merecedoras de ello.
Manosean el diccionario y ensucian la lengua para agitar como un triunfo los calificativos que de viva voz o impresos lanzan contra aquellos partidarios de la libertad, pero contrarios a la violencia. Idealistas, trasnochados, románticos, revolucionarios…
Llegados al paroxismo jalean las cargas policiales, los cañones de agua e incluso las balas perdidas que disparadas al cielo asesinan a enanos. Sienten una excitación adolescente al contemplar las imágenes de rostros ensangrentados y de brutales agresiones amparadas en la aritmética del 4 frente a 1.  Y no dudan en afirmar que es una cuestión de orden, mientras calculan con un brillo en los ojos y saliva en la comisura de los labios los dividendos tangibles e intangibles que reportará el mantenimiento de ese orden. Convencidos de que alcanzada la solución, el paso de los días impondrá adocenamiento y olvido, aunque lo haga a partes desiguales.
Ucrania, Venezuela... al arbitrio del consumidor.
Imagen: Plaza de Tiananmen (China). RTVE. 1989

jueves, 6 de febrero de 2014

De idas y venidas

Meses asustándonos con que se rompía España y ahora resulta que lo que se rompe es el PP. Por la derecha, con la irrupción de VOX, que se sumará al bocado electoral iniciado por UPyD y Ciutadans; por las encuestas, que hasta las cocinadas no disimulan ya la sangría de la pérdida de votos (12 puntos desde 2011, según la última del CIS); por la ley del aborto, que cada día anuncia nuevas discrepancias de cargos públicos del PP con la reforma del ministro Gallardón; por la corrupción, que tras los tesoreros Bárcenas y Lapuerta ahora pone en el escaparate a su ex secretario general y mano derecha de Aznar, Francisco Álvarez Cascos, identificado por la UDEF como el PAC (nada que ver con la política agraria europea) que se embolsó más de 900.000 euros con cargo a la Gürtel; y por las espantadas, Mayor Oreja, renunciando a encabezar las europeas; Zoido, las andaluzas; y la más que previsible renuncia de Fernández de Moya a la Alcaldía de Jaén.
Es sabido que a Fernández de Moya le quema el sillón de la Plaza Santa María y que su aspiración es una silla en Sevilla o Madrid. Hasta en dos ocasiones ha tenido las maletas preparadas para marcharse. Esta semana parecía la definitiva, pero tampoco; el PP andaluz, ring del combate Cospedal-Arenas, ha pospuesto hasta el mes de marzo la designación de su nuevo líder, que antes de ser designado ya parece menos líder.  
Por si acaso, y contra pronóstico, el entorno de Fernández de Moya ya había filtrado que su sucesor en la Alcaldía será el concejal de Urbanismo, Javier Márquez, “Cuqui” para los amigos, hombre de diálogo alejado de la prepotencia y la soberbia instalada hasta la fecha en el consistorio jiennense. Se va Fernández de Moya y deja en herencia su fracaso, su incapacidad para la gestión más allá de la confrontación (el tranvía, el uso del edificio del Banco de España, la dependencia…) y su mal estilo. Con el relevo, y sin que sirva de precedente, gana Jaén.
Y entre idas y venidas, seguimos esperando el anunciado relevo al frente de la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía. Un relevo que según pasa el tiempo resulta cada vez más improbable. Bien por la mano de Dios, Juan de Dios Gálvez, el empresario frailero hermano de la delegada; bien por la docilidad ante las órdenes de Sevilla, que ha impuesto la callada como respuesta y la inacción política. Los  nuevos tiempos.
Como no puede haber solo malas noticias desde la Junta, al acertado nombramiento de Elena Víboras como consejera de Agricultura, le ha seguido, también con retraso, el nombramiento de Julio Millán como delegado provincial. Otro acierto, por la persona elegida y por el desalojo de la anterior delegada, Irene Sabalete, inapropiada para ese y para cualquier otro cargo representativo. Como ejemplo, el bochorno que hizo pasar a propios y extraños, junto a la diputada provincial Adoración Quesada, cuando ambas se hicieron hueco a base de codazos para colarse en la foto junto a Sabina en un acto y una instantánea académica, que fotógrafos y medios de comunicación tuvieron a bien no publicar.  
Y tampoco todo pueden ser cuitas de la miseria política. También hay espacio para la “miserable poesía”; su autor, Manuel Lombardo, acaba de presentar su último poemario “Inventario de nieve”. Y ahí nos movemos, sin avanzar, entre lo inventariado y lo perdido. Entre la nieve y el humo.


Artículo emitido en SER Úbeda el 6 de febrero de 2014.