Colecciono derrotas. Las mías. Y las de aquellos que representan aquello en lo que he creído y defendido a lo largo de una vida. Con mayor o menor fortuna. Con aciertos y con errores. Con el entusiasmo juvenil y con el desengaño y el descreimiento de la madurez. A sabiendas de que la derrota y la victoria son efímeras, y no así sus consecuencias.
Conservo huellas y cicatrices de las batallas libradas. Y hoy tengo que reconocer que tarde o temprano hay que volver a librar de nuevo algunas de esas batallas. Que los combatientes son secundarios y lo fundamental las causas; y que muchas de éstas pese a parecer perdidas nunca acaban de perderse.
Mantengo la mirada limpia y la conciencia tranquila. Y aunque caí más veces de las deseables e incluso más de las que puedo o quiero recordar, sigo en pie.
No ambiciono nuevas derrotas, ni siquiera reverdecer alguna de las vividas. Pero no me esconderé a la hora de librar la batalla y tampoco temo que ésta acabe también en derrota.
Seguiré en pie.
Conservo huellas y cicatrices de las batallas libradas. Y hoy tengo que reconocer que tarde o temprano hay que volver a librar de nuevo algunas de esas batallas. Que los combatientes son secundarios y lo fundamental las causas; y que muchas de éstas pese a parecer perdidas nunca acaban de perderse.
Mantengo la mirada limpia y la conciencia tranquila. Y aunque caí más veces de las deseables e incluso más de las que puedo o quiero recordar, sigo en pie.
No ambiciono nuevas derrotas, ni siquiera reverdecer alguna de las vividas. Pero no me esconderé a la hora de librar la batalla y tampoco temo que ésta acabe también en derrota.
Seguiré en pie.
Foto: Tomada de http://www.bohemia.cu/2005/10/01/SUMARIOS/DEPORTES/boxeo-1.jpg
seguir en pie ya es una victoria hoy en día... pongámosle la canción de la Gaynor "sobreviviré" y bailemos...
ResponderEliminarRakel, es que lo de arrodillarme siempre lo dejé para ocasiones especiales.
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