Estoy muy mayor para esto. No suelo ir a bares a ver partidos de fútbol, pero ayer fue una excepción. Me llamó un amigo para ir a ver el partido entre el Madrid y el Getafe y acepté ir. Por dos razones, una, porque iba a jugar un tal Gutiérrez y dos, y principal, porque llevaba 3 días encerrado en casa, salvo las salidas a llevar y recoger a los peques al cole y a mi santa al trabajo o a comprar el periódico y el pan. Necesitaba airearme, ordenar algunas cosas en mi cabeza. Y elegí mal. Demasiada tensión. Necesitaba orden y tranquilidad y opté por lo contrario.
Menos mal que al llegar a casa me encontré una inesperada sorpresa. Jesús Quintero entrevistaba en su programa de televisión al maestro Jodorowsky. Chileno de origen ruso, judío y en la actualidad, ciudadano de París. Polifacético. Le definen como escritor y psicomago. Yo descubrí a Alejandro Jodorowsky como guionista de cómic, en comunión con Moebius para crear la saga del detective Diffol y su búsqueda del Incal, y con Arno para dar vida al príncipe manco.
Con el tiempo supe que también había sido director y actor de cine, mimo, poeta… y que seguía siendo escritor. Además de crear allá por los años 60 el ‘Movimiento del Pánico’, junto a Fernando Arrabal y Roland Topor. ¡Vaya trío!
Pero a mi me siguen fascinando aquellos cómic. Y sobre todo su colaboración con Moebius. Sentía debilidad por “Venecia celeste” y “El garaje hermético” y en menor medida por “El teniente Blueberry”, así que las aventuras de Diffol me engancharon enseguida, probablemente porque todos de un modo u otro buscamos también esa luz para reafirmarnos como personas. Metafísica. Pura filosofía.
Qué les voy a contar de un tipo que habla del alma ¡y en televisión!, cuando al fondo se escuchan los graznidos de los desalmados y su eco. Yo no sé si existe el alma o no, lo que no quiere decir que no tenga alma. Para Jodorowsky, el alma es “la esencia del ser”.
Y yo desciendo a lo terrenal. Sigo oyendo los graznidos y su eco y me pregunto cómo es la esencia de algunos seres como MAFO, Aznar y Taguas. Y también, en mi propia esencia, me pregunto si debo asumir que soy culpable de no tener empleo y por tanto, responsable de la crisis, o por el contrario, creer en el futuro, no contemplar el vuelo de algunos pájaros y buscar la luz.
Menos mal que al llegar a casa me encontré una inesperada sorpresa. Jesús Quintero entrevistaba en su programa de televisión al maestro Jodorowsky. Chileno de origen ruso, judío y en la actualidad, ciudadano de París. Polifacético. Le definen como escritor y psicomago. Yo descubrí a Alejandro Jodorowsky como guionista de cómic, en comunión con Moebius para crear la saga del detective Diffol y su búsqueda del Incal, y con Arno para dar vida al príncipe manco.
Con el tiempo supe que también había sido director y actor de cine, mimo, poeta… y que seguía siendo escritor. Además de crear allá por los años 60 el ‘Movimiento del Pánico’, junto a Fernando Arrabal y Roland Topor. ¡Vaya trío!
Pero a mi me siguen fascinando aquellos cómic. Y sobre todo su colaboración con Moebius. Sentía debilidad por “Venecia celeste” y “El garaje hermético” y en menor medida por “El teniente Blueberry”, así que las aventuras de Diffol me engancharon enseguida, probablemente porque todos de un modo u otro buscamos también esa luz para reafirmarnos como personas. Metafísica. Pura filosofía.
Qué les voy a contar de un tipo que habla del alma ¡y en televisión!, cuando al fondo se escuchan los graznidos de los desalmados y su eco. Yo no sé si existe el alma o no, lo que no quiere decir que no tenga alma. Para Jodorowsky, el alma es “la esencia del ser”.
Y yo desciendo a lo terrenal. Sigo oyendo los graznidos y su eco y me pregunto cómo es la esencia de algunos seres como MAFO, Aznar y Taguas. Y también, en mi propia esencia, me pregunto si debo asumir que soy culpable de no tener empleo y por tanto, responsable de la crisis, o por el contrario, creer en el futuro, no contemplar el vuelo de algunos pájaros y buscar la luz.
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