jueves, 8 de octubre de 2009

Los herederos de Lorca

No entiendo a los herederos de Federico García Lorca. Comprendo algunas de sus razones y reconozco la solidez de algunos de sus argumentos, pero se me escapa el cambio de actitud y la falta de claridad en lo fundamental: identificación y ubicación definitiva de los restos.
Los herederos de Lorca han gestionado su legado y han contribuido a la pervivencia del mito en el tiempo, lo que ha supuesto la difusión universal de su obra y la generación de numerosos ingresos directos e indirectos, pero también la filiación del poeta con unos valores específicos.
Desde su asesinato en la noche del 18 de agosto de 1936 (la madrugada del 19 para ser más exactos), numerosos investigadores han tratado de arrojar luz sobre las últimas horas del poeta y sobre dónde descansan sus restos. Uno de estos investigadores es Ian Gibson, a mi juicio el estudioso más exhaustivo sobre Lorca, que defiende la identificación de los restos de la fosa entre Víznar y Alfacar, a unos metros de la Fuente de las Lágrimas, para confirmar que entre ellos están los del poeta.
Los herederos de Lorca subrayan que la obra de Federico es universal, por tanto es de todos, pero que la persona les pertenece a ellos. Discrepo. Podría argumentar que no se puede, ni se debe desligar la persona del artista, pero me parece algo recurrente e innecesario. Si recordaré que las comparaciones son crueles. Salvando las distancias artísticas y creativas entre Federico García Lorca y Víctor Jara, los caprichos del tiempo han querido que la segunda exhumación del cantautor chileno coincida con la localización y apertura de la fosa donde supuestamente descansa el poeta granadino y que dicha segunda exhumación se está haciendo sin solicitar siquiera permiso a la familia; aunque es justo recordar que en la primera no sólo participó la familia, sino que la impulsó consciente de los valores representados por Víctor Jara, algunos de los cuales están también presentes en Lorca.
Al fascismo no sólo le disgustaba la obra poética y sobre todo teatral (en especial La Casa de Bernarda Alba) de Lorca, sino también su ideología republicana y su condición sexual. Es más, pienso que Lorca podría haber salvado su vida por su obra, pero nunca por su filiación política y por su sexualidad. Pesó más lo de “rojo” y “maricón”, que lo de “intelectual”, aunque esto último también ayudara.
Por respeto a Federico García Lorca y a los demás ausentes que habitan en las profundidades de la tierra, en pozos, cunetas y fosas; por respeto a los valores representados por Lorca, la familia debería permitir la identificación de los restos y contribuir así a aclarar la verdad. De seguir en el esperpento, ignoro si la familia de Rafael Rodríguez Rapún continúa con vida y de ser así, sí tendrían derecho a reclamar la identificación del poeta, por ser Rafael su último novio.
El hecho principal, el asesinato de Federico García Lorca y tantos otros, identificados y anónimos, no varía y exige su recuerdo como testigo de la memoria y la condena de los asesinos; pero saber dónde están enterrados los restos del poeta, ya sea en el mismo lugar en el camino entre Víznar y Alfacar donde fue fusilado junto al maestro republicano, Dióscoro Galindo, y a los banderilleros anarquistas, Joaquín Arcollas y Francisco Galadí, o en un lugar elegido por la familia: la Huerta de San Vicente (previo pago de 300.000 pesetas de la época, según el investigador Fernando Guijarro) o el panteón familiar, junto a Laura de los Ríos, en Nerja, acabaría con la especulación y la rumorología, acordes con las dos últimas posibilidades apuntadas y continuadas con otras como la de que los restos del poeta podrían estar en el Valle de los Caídos (según el historiador Miguel Caballero), y serviría para impulsar el desarrollo de la Ley de Memoria Histórica y por tanto, para avanzar en la reparación y en la recuperación de la dignidad y la justicia.
Hasta la fecha, los herederos de Lorca están demostrado una enorme falta de generosidad, a la par que injustificadamente se empecinan en un juego de dudas innecesario, dando pábulo a la mentira cuando son los únicos que conocen la verdad de dónde está enterrado Federico.
Nadie, ni siquiera la Junta de Andalucía, podría negarse a que el parque donde se halla la fosa entre Víznar y Alfacar se convirtiera en la última residencia del poeta.

2 comentarios:

  1. La postura de los herederos de Lorca es tan respetable como lo es las de las otras familias y nos guste o no, todos debiéramos respetarlas por igual.
    Es verdad que no se puede desligar a la persona del artista, pero si del cuerpo, de la materia...., el envase, y ese, desde luego que si le pertenece a la familia. Y como a ella, tal como está la sociedad, comparto su temor de que todo esto se convierta una vez más en otro circo mediático.
    ¿Qué pasaría si al abrir la fosa se encuentran los restos de él pero no lo de los otros? O viceversa. Y si está allí, cuánto tardara alguien en desvelar detalles escabrosos.
    Yo sólo sé que a Lorca lo asesinaron y creo que fue más por su ideología siendo como era homosexual.
    Leyendo los comentarios que deja la gente sobre este tema de los herederos y otros por el estilo, no puedo evitar pensar lo poco respetuosos que somos y como a veces surge el insulto fácil con aquellos que tienen opiniones diferentes, lo que me lleva a pensar que seguimos divididos y que a alguien le interesa que sigamos estando así, especulando y tomando partido; el que no está conmigo está contra mí, como diría el otro. Supongo que por eso es que la mayoría de las veces yo estoy conmigo misma.
    Me apena saber que alguien piense que la familia de Lorca es insensible y digan cosas tan horribles como que prefieren dejarlo tirado en cualquier cuneta como a un perro.
    Si alguien ama tanto a Lorca que quiere saber donde yace, primeramente debería empezar a buscarlo en su propio corazón, lo demás es política y yo de la cosa escatológica prefiero no hablar.
    En cuanto a la genialidad de las personas y su ser como patrimonio universal, tengo mis dudas. Dalí, Picaso, el mismo Einstein, te nombraría unos cuantos más, fueron unos genios pero como personas dejaban bastante que desear. Probablemente eso es el principal problema de ser diferentes y especiales, que todos ellos eran demasiado retorcidos.
    En mi cuchitril pogo “El cobarde” de Victor Manuel. Te pondría la de mi vinilo, no tan comercial, pero no sé como digitalizarlo. Es igual, el mensaje es el mismo.
    Bicos

    PD1: De Polanski, y la lista esa a la que se han sumado montón de directores y actores, no diré nada. Bueno, sí: suscribo lo que dijo Amenabar.
    PD2: Tengo la horrible sospecha de que sigo mezclando churras con merinas... pero yo soy así.
    PD3: Odio desnudarme.

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  2. Me encanta que te desnudes, al menos para mí. Yo no pienso que la familia Lorca sea insensible, pienso que no es fácil crecer y vivir a la sombra de personas como Lorca. Pienso que Dalí era un genio, pero no creo que Picasso lo fuera, a pesar de que también es muy bueno. Yo de Polanski no he dicho nada, pero me parece bien que le juzguen por lo que hizo, que no tiene excusa y que el hecho de ser un artista no debe cegarnos. Tú nunca mezclas churras con merinas, y sólo espero que me digas que también te gusta Valente. Saluds y bicos.

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