Mercedes Sosa, Atahualpa Yupanqui, Quilapayún, Chavela Vargas, Jarcha, Lluís Llach, Víctor Jara, Joan Manuel Serrat, Paco Ibáñez, Labordeta y algunos más que seguro olvido. Su música y las letras de sus canciones estuvieron presentes en mi adolescencia. Del mismo modo que lo estuvieron El País, Cambio 16, Interviú y en menor medida Diario 16.
Era una época que hoy sabemos imperfecta, pero que en aquel momento era histórica. El inicio de la democracia, una constitución… el fin de cuatro decenios negros.
Había aires y deseos de libertad. De una libertad necesaria en las cosas cotidianas, en las cosas más insignificantes, que convivía con ese concepto grandilocuente y universal de libertad.
Ahora mirar hacia atrás es juzgar con ventaja, la que da el paso del tiempo, eso que algunos denominan el poso del tiempo, que nos hace mirar con otros ojos y con sentido crítico.
Yo hoy no quiero juzgar aquel tiempo, sólo quiero recordar a esa dama de la canción que ahora nos deja. Quiero trasladarme por un instante al asiento de atrás de aquel R12 blanco y escuchar su voz junto a la de Atahualpa en aquella cinta de cassette, que supongo terminaría engullida por el propio reproductor.
Adiós Mercedes Sosa. Que os vaya bonito.
Era una época que hoy sabemos imperfecta, pero que en aquel momento era histórica. El inicio de la democracia, una constitución… el fin de cuatro decenios negros.
Había aires y deseos de libertad. De una libertad necesaria en las cosas cotidianas, en las cosas más insignificantes, que convivía con ese concepto grandilocuente y universal de libertad.
Ahora mirar hacia atrás es juzgar con ventaja, la que da el paso del tiempo, eso que algunos denominan el poso del tiempo, que nos hace mirar con otros ojos y con sentido crítico.
Yo hoy no quiero juzgar aquel tiempo, sólo quiero recordar a esa dama de la canción que ahora nos deja. Quiero trasladarme por un instante al asiento de atrás de aquel R12 blanco y escuchar su voz junto a la de Atahualpa en aquella cinta de cassette, que supongo terminaría engullida por el propio reproductor.
Adiós Mercedes Sosa. Que os vaya bonito.
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