Hoy 21 de marzo era el cumpleaños de mi padre. El niño Amador se fue en junio y desde entonces las cosas no han ido demasiado bien para mí. Hoy será su primer no cumpleaños, evidentemente no el deseado por Lewis Carroll en su “Alicia en el País de las Maravillas”.
Gustaba decir que a pesar de haber nacido con la primavera él no era una flor, sino un jaramago; una planta silvestre, una hierba de flor amarilla que para mi hoy tiene un sonido amargo. Esa planta, el jaramago, un árbol, la mimosa, y un arbusto, el árgoma, los tres florecen en amarillo, son el preámbulo de la primavera.
Ahora que no hay cabida para su preámbulo y pasado el tiempo de su epílogo, sólo queda su rastro suspendido en el viento y sujeto en la memoria.
"Primero fue lo amarillo / antes que la rosa y el lirio. / Primero fue la tristeza / del amarillo elemental / y antes que toda la belleza / mortal ... Sí, primero fue lo amarillo antes que el rojo de la rosa y que el blanco del lirio".
“Daffodil”, Dámaso Alonso.
“Daffodil”, Dámaso Alonso.
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