lunes, 2 de noviembre de 2009

Las voces del Titanic

El lunes pasado un amigo y colega, Asensio López, presentó en la ciudad que habito un libro sobre la situación económica, bajo el sugestivo título de “Las voces del Titanic”.
A mí la primera vez que oí el título del libro me gustó. Asensio dice que ese título está formado por dos metáforas, una, la de las voces, referida a los entrevistados, y dos, la del Titanic, el nombre del famoso barco hundido en su primer viaje transatlántico, que sería la economía. Lo que no le han dicho muchas de esas voces es que son responsables del hundimiento del Titanic, algo que evidentemente tampoco van a reconocer.
Ya saben que la provincia en la que habito de forma recurrente es mencionada como un “mar de olivos”, así que no parece descabellado acudir a un barco bajo las aguas para abordar su presente económico y de paso, intuir el futuro de otros barcos por esas mismas aguas.
A mí el título me evocaba no sólo las voces y el barco hundido que dan título al libro y por supuesto, no sólo la economía. La primera vez que oí el título del libro pensé en muchas voces mudas bajo el agua y en muchos barcos hundidos, por supuesto todos ellos, voces y barcos, menos afortunados que el Titanic en su capacidad de trascender. No en cuanto a su final.
Algunos, con mayor o menor fortuna, han intentado e intentan que esas voces no permanezcan mudas; mientras, otros, hacen todo lo posible porque permanezcan apagadas. Pese a que no hay más sordo que él que no quiere oír.
Respecto al Titanic de la economía, no albergo duda sobre quienes componían la marinería, aunque pienso que es necesario identificar al capitán, porque de lo contrario podemos caer en la tentación de pensar que hay demasiados capitanes. O lo que está ocurriendo, entregar la nave al mismo capitán para que vuelva a hundirla.
Las palabras son caprichosas y apenas una n y una l separan a capitán de capital, pero no conviene distraerse con ello, ni con trabalenguas, porque el resultado es el hundimiento del Titanic. Y todos sabemos quien se queda sin chalupa o sin chaleco salvavidas.
Deseo a mi amigo Asensio que tenga mejor singladura como autor que la del Titanic, y pasee su proa por este “mar de olivos” y por otros mares lejanos. A ser posible, disfrutando de la travesía y recuperando voces para que no enmudezcan bajo las aguas.

2 comentarios:

  1. "Respecto al Titanic de la economía, no albergo duda sobre quienes componían la marinería, aunque pienso que es necesario identificar al capitán, porque de lo contrario podemos caer en la tentación de pensar que hay demasiados capitanes. O lo que está ocurriendo, entregar la nave al mismo capitán para que vuelva a hundirla"

    Pues yo sí que creo que hay demasiados capitanes para el mismo barco y quizá sea ese el principal problema.

    En cuanto a tu amigo y colega le deseo la misma suerte que tú con su libro. Lo compraría, pero tratandose de entrevistas y economía como que no me arriesgo sin haberle echado antes un vistazo. Si lo veo navegando por estos mares surcaré por sus olas.
    Bicos.

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  2. ¿demasiados capitanes? será eso, siempre más al mando que en la tropa. Quizás haya que incitar a la rebelión. Salud.

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