Oigo o leo lo de doblar matrículas y enseguida recuerdo a aquellos forzudos de feria y su falsa barra de hierro. Así que imagino a un tipo con un coche o furgoneta robada, doblando la placa, realizando un esfuerzo físico tan poco exigente como el de los forzudos de feria. Y pienso que es una extraña forma de pasar desapercibido. Veo un vehículo circulando por la carretera con la matrícula doblada e inmediatamente imagino a la guardia civil dándole el alto. Veo un vehículo estacionado frente a un edificio público o un lugar “sensible” y rápidamente imagino a la guardia civil o a la policía examinándolo y comprobando que todo está en orden. No sería más fácil colocarle al vehículo robado una matrícula falsa, copiada o duplicada.
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