martes, 29 de enero de 2019

El brillo del sol

Hoy era uno de esos días que te está esperando para regalarte una sonrisa. No había amanecido y ya brillaba el sol. Vuelven. Nuevas canciones y nuevo disco. Esta vez no era un rumor que nadie acababa de creer, de hecho era un secreto a voces que ellos mismos han querido confirmar. Los Cero entran al estudio a grabar y habrá gira. 
A muchos les parecerá una nueva intrascendente, pero para aquellos que formamos ese pequeño universo al que nos liga la pasión por la banda granadina es un notición. Nos gustan en solitario, con sus proyectos personales, sus bandas y sus temas, pero como más nos gustan es cuando se presentan como 091. Esa comunión de talento que nos llega muy hondo, que nos hace mover los pies y perder la cabeza, un poco al menos. 
Como cuando resucitaron en 2016 para recordarnos dos décadas más tarde que seguíamos ahí, atrapados en sus canciones, pero ahora con la sabiduría que da el tiempo y te hace detenerte en las letras del Maestro para comprender que la juventud se ha quedado en el camino, aunque no hemos perdido la capacidad de soñar. 
Frente al espejo y ante otros ojos somos indiscutiblemente unos puretas, pero el cristal no es capaz ni siquiera fragmentado de reflejar ese interior donde bulle lo que un día fuimos o quisimos ser, donde hay lugar para las cenizas y también para las ascuas. 
No podemos negar o esconder el paso del tiempo, pero es un tiempo ganado. Hemos cambiado, no somos ni mejores ni peores, puede que tampoco en lo esencial seamos diferentes, pero sin duda somos otros. Y ellos también.
En el último concierto de Maniobra de Resurrección, la Maniobra Final, en diciembre de 2016 en un día de lluvia en Granada, ya lo anunció Lapido: “Nos volveremos a encontrar. No sabemos cuándo, ni dónde, pero volverá a brillar el sol”. 
Hoy sabemos cuándo, el dónde es lo de menos y el brillo del sol está en nuestros ojos.

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