lunes, 26 de noviembre de 2018

Estrellados

Ya lo saben, la Guía Michelin se ha acordado de nosotros. Hasta en el cielo de los olvidados hay lugar para una estrella. 
Nos hemos sentado a la mesa del poderoso. Con nuestro aceite de oliva y con el nombre de Jaén en el mapa. 
No estamos acostumbrados en esta tierra a ser protagonistas de buenas noticias. A que se reconozcan nuestra gastronomía, nuestra materia prima o nuestro legado. Tampoco a que el talento haga sombra a la mediocridad. Esta Estrella Michelin al restaurante Bagá es todo eso. Y también es una oportunidad. O debe serlo. 
Alguno recordará aquel tiempo de papas a lo pobre en María ‘La Guarra’, mientras en Madrid lo chic eran los huevos estrellados de Lucio. Entonces nuestra tierra y nuestras gallinas carecían de glamour. 
Pedro Sánchez es un cocinero que tenía flor y a partir de ahora también tiene estrella. Ojalá sirva para variar el rumbo de esta provincia más habituada a estrellarse que a brillar. Ojalá que esa apuesta y esa inversión se repitan con otros protagonistas y otros sectores. Ojalá que los telescopios dejen de ser caleidoscopios. 
Tomen nota los escribanos. Aunque la caligrafía sea dudosa y se cuele algún borrón antepongan la ética a la estética. Cuando se unen gastronomía y astronomía es conveniente mantener los pies pegados al suelo. Para volar ya está la mente. 
No olviden que es difícil llegar, pero aún lo es más mantenerse y avanzar. No hace falta que les diga aquello de saber de dónde venimos para saber dónde estamos y sobre todo a dónde nos encaminamos. Y recuerden que aunque sea Michelin la guía no ofrece ruedas de repuesto. 
No es oro todo lo que reluce, pero nadie puede privarnos hoy de este brillo.


Mi artículo para SER Úbeda, del 26 de noviembre de 2018.

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