martes, 16 de febrero de 2021

Jaén arde

Me duele Jaén. De igual modo que le dolía España a Luis Cernuda en su exilio mexicano. Sin que el dolor me nuble y las higadillas se impongan al cerebro.
Jaén arde. ¿Fuego purificador? ¿Fuego destructor? ¿Aquelarre? ¿Hoguera de las vanidades? ¿Bonzos o pirómanos? Arde Jaén por el Colce. Y no falta, quien lejos de contribuir a sofocar el incendio, echa gasolina al fuego. Algunos políticos y algunos periodistas, algunos paniaguados y buscadores de sus tres minutos de gloria incendian las redes y echan carnaza a sabiendas de que la verdad es hoy secundaria.
La desinformación, la falsedad y la demagogia son la mejor invitación al populismo y al fascismo. Hasta hemos oído eso de ‘España nos roba’ y la defensa de un nacionalismo provincial con el impulso de un partido a semejanza de “Teruel existe”, aprovechando el protagonismo nada inocente de la plataforma “Jaén merece más”. Migajas para hoy y hambre para mañana.
Nos han engañado como a chinos. Como con las Olimpiadas aquellas que iba a ganar Madrid. Han jugado con nuestra ilusión y nuestra desesperación. Y nos han hecho creer que el Plan Colce sería para Jaén. Nada más lejos de la realidad.
La primera vez puedes culpar al que te engaña; la segunda, no. Y ya tenemos el precedente del pacto PSOE-PP para que el AVE Granada-Madrid esquivase Jaén. Ahora huele a pacto Gobierno de España y Junta de Andalucía, entre otros, en el que los representantes políticos de Jaén en Madrid y Sevilla salen mal parados y se desnuda su irrelevancia.
No dudo de la injerencia de la vicepresidenta del Gobierno de España en el proceso y en su asignación a Córdoba. Pero reducir la elección a esa mediación es un error. Les recomiendo la lectura de la información publicada por Raúl Beltrán en Viva Jaén respecto a la dimensión e implicaciones en el proyecto cordobés. Y la de informaciones publicadas en la prensa cordobesa donde se refleja el papel protagonista del Ejército y la Universidad de Córdoba. Lo demás es ruido. Intencionado o de buena fe, pero ruido.
Jaén mostró unidad en la elaboración del proyecto. Y ahora en el desengaño y ante lo que considera una afrenta ha salido a la calle a gritar que está harta de que se olviden de ella. Aprovechemos esa unidad, canalicemos la ira y reclamemos inversiones e infraestructuras para nuestra provincia.
Necesitamos el apoyo de las Administraciones. También la inversión privada. Y además, debemos dejar de mirar al dedo cada vez que nos señalan la luna. Quizás así este fuego no sea nuestro infierno y sea la luz de una resurrección. 
 
 Mi artículo para SER Úbeda (Multimedia Jiennense), del 16 de febrero de 2021.

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