De las
autonómicas a las municipales. Y de las municipales a las generales.
De elecciones a elecciones y voto porque me lleva la corriente.
Porque
ahora somos votantes. Nos han privado hasta de la condición de
ciudadanos. Por las connotaciones con el partido de Albert Rivera.
Ese as en la manga del poder en la sombra, al que todos asocian ya
con el IBEX-35 y ven como relevo del Partido Popular.
Andalucía
era el laboratorio. Y los andaluces, los conejillos de indias. Así,
hemos pasado del triunfo histórico del PSOE, de la mayoría sólida
y el gobierno estable proclamados en la euforia de la noche electoral
a la confirmación de que la presidenta no tiene quién la vote.
¿Todo
vale para mantener el poder? ¿cómo explicar ahora la ruptura con
Izquierda Unida cuando la alternativa es el acuerdo con Ciudadanos,
una derecha con tintes xenófobos?
¿Cuál
es el precio? ¿la cabeza de los ex presidentes adornando el salón
de los nuevos ricos? ¿un nuevo pacto contra la corrupción ahora que
Andalucía era transparente y casi pura?
¿Y
cuál es el futuro? ¿inestabilidad e incertidumbre hasta las
elecciones generales y después, una nueva votación en Andalucía?
¿o quizás, el sueño europeo del pacto PSOE-PP para que todo siga
igual? Tú, en Madrid, y yo, en Sevilla, y nadie nos mueve las
sillas.
Podría
ser. Pero en el horizonte está el 24 de mayo. Y conviene recordar
que fueron unas elecciones municipales las que cambiaron el curso de
la historia en España.
¡Ojo
al parche! Y aviso a navegantes, se tambalean los consistorios de
Madrid y Barcelona. ¿qué no pasará en Andalucía?
En Jaén
se empeñan en extrapolar los resultados de las autonómicas a esas
municipales de mayo. El PSOE se ve vencedor; el PP solo piensa en la
capital; Izquierda Unida espera que ahora castiguen a otro, y
Podemos, bajo distintas marcas y compañeros de viaje, y Ciudadanos
saben que cualquier resultado es bueno. A UPyD ya no se les espera y
el PA continúa su viaje a ninguna parte.
Los
alcaldes serán producto de la aritmética. Pero entre sumas, restas,
multiplicaciones y divisiones, nadie esconde que lo que está en
juego y el objetivo principal es la Diputación.
Tendríamos
que botarles a todos. Con "b" de bota. Pero al final les
votaremos. Con "v".
Artículo emitido en SER Úbeda el 5 de mayo de 2015.
Artículo emitido en SER Úbeda el 5 de mayo de 2015.
Hay otra forma de provocar el CAMBIO ,una GRAN abstención , para decirles que no nos gusta este sistema partitocratico , que necesitamos , que queremos una democracia real , y no votar cada cuatro años a unas listas confeccionadas solo por ELLOS . Un cordial saludo
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